2016-09-21 | 20:50:39

La sospecha de Duarte

Hasta por no pagar impuestos se le investiga al gobernador Javier Duarte y sus familiares más cercanos. Los funcionarios que debieran poner el ejemplo y cubrir como cualquier ciudadano de atender los requisitos legales cuando se obtiene un ingreso, conscientes que ese dinero es para poder pagar los gastos que tienen los gobiernos de sostener la educación, pagar hospitales y toda clase de servicios sociales.
Se supone que con esos recursos se trata de ayudar a los mexicanos que más lo necesitan.
¿A lo mejor sospechaba el gobernante veracruzano que el pago de estos impuestos tendrían otro destino muy diferente a los compromisos oficiales que se tienen con el pueblo y se lo embolsarían los actuales funcionarios?
Para muchas personas les cuesta trabajo pagar estas tasas impositivas sobre todo porque tienen la certeza de que se los van a robar.
Esto no ocurre en otros países, donde los ciudadanos contemplan los beneficios que reportan y que se traducen en mejores escuelas, hospitales, becas, pensiones a miembros de la tercera edad, así como en eficientes servicios donde cuentan con una mayor seguridad, pavimentaciones, jardines, drenajes, etc.

La inmunidad priista

Para el periodista Carlos Loret de Mola, el problema más serio de lo que puede pasar con los gobernadores priistas acusados de desvíos millonarios y enriquecimiento desmedido es que estén preparando fugarse del país.
El justificado temor del conductor de televisión es que ya ha pasado, se escapan estos delincuentes como ocurrió con los del estado de Tamaulipas, donde tres de ellos han huido del país y pareciera que el gobierno federal no tiene el menor interés de capturarlos. Todos son priistas. Si todos roban, qué les preocupa.

El fracaso de la reforma educativa

Son los propios padres de familia quienes se quejan de lo obsoleto de los temas que abordan los libros de texto gratuito, así como el fracaso de la reforma educativa de la que hace tanto alarde el gobierno federal. A los estudiantes les hace falta capacitación, asesoría y talleres para que sean más que alumnos, seres humanos íntegros con sus semejantes, nada de esto lo ven en los casos de bullying, adolescentes embarazadas y de compañeros que desertan de las aulas por diversas razones.
No existe dentro de los programas educativos la instrucción física a fin de canalizar el desfogue natural de las hormonas en la edad de la adolescencia y que les permitiría alejarse de las drogas y el alcoholismo que predomina en varias zonas de la entidad veracruzana.
Los estudiantes no saben cómo reaccionar ante una situación de balaceras o asaltos que ocurren a todo lo largo de la entidad. Tampoco el uso de los teléfonos celulares para estos casos de emergencia.
Uno de los padres de familia que trabaja dentro de una dependencia estatal propone que al igual que en las escuelas norteamericanas se les enseñe a manejar, conocer derechos y obligaciones que tienen los peatones, capacitación y cultura vial.