2016-09-26 | 19:46:59

Cisma en el PRI

Después de recibir el regalo de más de un millón de pesos a titulo de liquidación que por cierto, se debió realizar ante la autoridad laboral federal, Enrique Ochoa Reza, presidente priista, paso a formar parte de los beneficiarios del grupo en el poder con claras señales de ser parte de la corrupción e impunidad que invade a los sectores de la alta burocracia en el país.

Los expertos, tienen algunas diferencias en torno a su labor que bien podría ser de sepulturero en el PRI o de una acción como el burro que tocó la flauta, porque sin ninguna experiencia en temas electorales se presta a dirigir las elecciones en el 2017 y por supuesto que se cree que de ninguna manera llegará al 2018, al menos que sea para garantizar una derrota al revolucionario institucional,

Pero en esa dimensión, le caló tanto el asunto del cheque que recibió a titulo de liquidación de CFE, que Ochoa Reza, empezó a despotricar insanamente en contra del gobernador veracruzano Javier Duarte, a quien tienen en la picota y sólo un milagro lo puede salvar de la supuesta expulsión del PRI a través de la comisión de justicia partidaria, que más opera como un juico sumario.

Mientras, a unos y otros se les va o les llega la suerte, al gobernador Duarte, le han caído del cielo dos milagros, como son el cheque filtrado desde la propia CFE a la prensa nacional que puso a temblar a Enrique Ochoa, y el barco fantasma al servicio de Pemex, conocido ya como el Exxon Valdés, a la veracruzana, que también deja al descubierto el tráfico de influencias para su operación.

Lo cierto es, que del bajo nivel de la política a la mexicana se puede dar cuenta, de que todo lo pretendan hacer una guerra mediática, porque el dirigente priista, no puede culpar a Duarte de la filtración de dichos documentos, porque ni con todo el dinero del mundo lo podría hacer, pero sí lo hizo la manita de alguien al interior de la paraestatal que ya puso en evidencia el nivel del personaje que hoy dirige al CEN del PRI, pretendiendo ser un santo, cuando se maneja como un demonio que grandes dimensiones, del que se dice hasta en su peculio tiene más de 50 taxis.

La visita del presidente del PRI estatal de Veracruz, Felipe Amadeo Flores Espinoza y del dirigente de la CNC, Juan Carlos Molina, este lunes al líder nacional priista, seguramente fue para servin a la causa duartista, porque dicen que político sin suerte no es político, sí como los porteros, y Javier Duarte, ha demostrado que tiene la protección divina, a pesar de que el fuego amigo lo pretenda sacrificar y convertir en un mártir político, supuestamente para tratar de hacer alguna jugada que impida llegar al PAN al poder estatal.

Pero, en la alocada carrera por la sucesión presidencial, quienes andan como locos atrás de la desvencijada silla que dejara Peña Nieto en el 2018, son personajes de todos los partidos que no tienen posibilidades y menos calidad moral, como lo son Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Graco Ramírez e incluso el propio Miguel Angel Osorio Chong, la tiene en chino.

Aquí la lleva de a muertito el Peje López Obrador, que dicen que no necesita ni hacer campaña por el alto grado de polarización en el que se encuentra el país entre priistas, panistas y perredistas. Así las cosas.