2016-10-02 | 11:51:33

El secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, calificó como un “exceso retórico” el asumir que México está cerca de enfrentar una crisis, pues tiene, según él, una economía sólida que crece y crece. Peña Nieto con la misma estrategia mediática: “lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho” ambos, con el compromiso de mover a México hacia el abismo.

Pero, según ellos, ese abismo es ficticio es un solar de posibilidades de desarrollo para una nación como no la ha tenido jamás. Todo a la bolsa de gobernantes y subalternos y para los dueños de grandes consorcios trasnacionales.

Meade, que ha transitado de Calderón a Peña, condiscípulo de Videgaray, coordinados por Pedro Aspe, inicia su retorno a Hacienda, con un pre¬supuesto que se le impuso y que ni tiempo le dio de leer. Presupuesto que reduce el gasto en Salud y Educación y aumenta salarios de la alta burocracia gubernamental, de justicia y electoral. ¡Qué chulada!

Meade, “carta escondida” para el compromiso sellado entre Calderón, Salinas de Gortari, Fernández de Ceballos y Peña Nieto por mantener el modelo neoliberal a toda costa, aunque sea entregándole el país a la “carta abierta”: esa dama de compañía, sin experiencia ni formación política mucho menos administrativa, solo la de levantar al marido caído, por sus “hábitos y costumbres” o vapuleado del éxito de la guerra contra el crimen que él organizó. México un país sin crisis, encarrilado en la estrategia PANPRI, para la contienda del 2018, ya que ni uno ni otro pueden solos.

Otras cartas: la más mala, la nacida para perder, Narro de Salud. Y la más visible, el Osorio sobreviviente.

México mágico donde todo sucede y sigue sin pasar nada. No hay crecimiento económico hace más de treinta años. La pobreza rebasa los setenta millones de ciudadanos: hombres, mujeres, niños, ancianos. La violencia ha generado, en los dos últimos sexenios, ya 200 mil asesinados, levantados, secuestrados, además de cerca de 30 mil desaparecidos, en donde algunos han sido localizados en los cientos de fosas clandestinas en Morelia, Guerre¬ro, Veracruz, Michoacán, Tamaulipas. Esas dos administraciones hermana¬das por compromisos electorales, “yo te doy y tú me das”, del PANPRI, con sus entenados PRD y el Verde. País de ilusiones y de esperanzas traicionadas, de deseos esfumados. La realidad se torna oscura, violenta, inmoral. El cinismo de gobernantes que come¬ten fechorías, esconden “la mano”, les soban el lomo y los dejan sin castigo, es más sin regaños, mucho menos sin empleo y las posibilidades de encarcelamiento, son nulas. Políticos nacidos para robar, hechos para saquear la riqueza nacional, catequizados por la religión del poder, la avaricia y la rapiña.

México donde no hay dinero, pero se le condonan impuestos a medios de comunicación, empresas constructoras hermanadas en complicidad, transnacionales que “pagan derecho de piso” vía moche institucional.

Aquí la cobranza de responsabilidades fiscales, debe aumentar la recaudación, y compensar la caída en los precios del petróleo. En los últimos años se ha insistido cobrar más y cobrar mejor. Carlos Elizondo considera que México posee un pacto fiscal “ineficaz, precario e injusto”. El Estado recauda pero lo hace de manera insuficiente, mientras sigue gastando mucho más y mal. Frivolidades van y vienen.

Denise Dresser, en Proceso, expone que “México es un país de lagunas y huecos y privilegios y evasiones. Un país donde se perdona lo que no se debería. Donde se perdona a los que más adeudan, a los que más acumulan créditos fiscales… En un solo año, de julio de 2015 a julio de 2016, Casas Geo fue la compañía más beneficiada, junto con otras como Volkswagen, ARNECOM y Simec International. Una sola empresa recibió una cancelación de un crédito por un monto equivalente a todo lo que ejerció el Programa “Proyectos de infraestructura económica de agua potable, alcantarillado y saneamiento” en 2015. En cuanto a personas físicas, 10 contribuyentes se beneficiaron con un monto de 2 mil 15 millones 670 mil pesos, equivalente al 26% del monto total cancelado. Ante los datos presentados, surgen las preguntas inevitables: ¿por qué la condonación a esas empresas y no a otras? ¿cuál ha sido la lógica de perdón y los argumentos para otorgarlo? Ante las peticiones de información reiteradas y la presión pública la respuesta siempre ha sido la misma. Que todo se hizo de manera legal. De manera normal. De forma intachable. Pero los ejemplos de la condonación contradicen las reglas que permiten al Estado ofrecerla. No parecen aplicarse los principios de incosteabilidad sino los imperativos de la cuatitud. Eso pasó en la cancelación masiva de créditos en 2007, y el fenómeno se ha repetido año tras año. Entre 2008 y 2016 la autoridad tributaria canceló créditos fiscales por un monto de 593 mil 348.03 millones de pesos. Así, el Estado simplemente renunció a los recursos que puede y debe recibir. Así, el Estado perdonó y sin explicarlo a la sociedad. Otorgó un beneficio que hasta el momento no ha explicado y que resulta injusto e indignante”.

Lo peor aún, la SHCP le condonó, en el 2016, más de tres mil quinientos millones de pesos a TELEVISA y otro tanto a TV Azteca: Una en crisis y sin hacer su producto estelar, la telenovela. La otra dos veces beneficiada por los perdones de Hacienda. TV Azteca y Televisa, las televisoras que integran el oligopolio televisivo más fuerte del continente, dejaron de pagar miles de millones de pesos durante 2013 y 2015 al fisco mexicano. Con Televisa, en 2013, la disculpa fue de 3 mil 334 millones de pesos y, dos años después, de 158 millones 637 mil 85 pesos. Hacienda le condonó una multa por 13 millones 280 mil pesos a Azteca Novelas de TV Azteca el año pasado cuando la empresa encaró una crisis histórica. A continuación, las circunstancias en esos años de perdones de cada una de esas entidades. Se trata de un binomio desde el cual se ha fabricado el contenido de la televisión abierta en México en las últimas décadas. (Central, Periodismo irreverente, Sin Embargo, Animal Político, SDP Noticias).

Ante la nueva moralina de la política institucional, Enrique Ochoa, ese que sacó su credencial de la prepa para justificar militancia en el partido que nunca participó, e inclusive negó y hoy lo preside por orden presidencial. Ese que posee más de 50 Uber taxis, liquida a más de tres mil trabajadores de la CFE, le entrega la explotación eléctrica a empresas españolas, controladas por Córdoba Montoya. Funcionario que renuncia y lo insólito, lo liquidan con más de millón y medio de pesos por sus dos años 155 días de trabajo. Deben aprender esas empresas privadas, malquerientes, que obligan a renunciar sin soltar ni un quinto.

La CFE ha sido cínica en liquidar a sus directivos renunciantes, pero el neo-dirigente priista es inmoral al haberlo aceptado y sobre todo ocultado.

Ese Ochoa, ahora presumen de ser agente del ministerio público, y araña sueños de volverse juez, apela a la justicia del saqueo del caso Veracruz. Duarte sin derechos partidistas, vociferó el dirigente, apeló a la nueva normatividad jurídica contra la corrupción.

Tiren la primera piedra, reclamó el bíblico Peña Nieto a los corruptos que se multiplican peor que conejos, en este país de maravillas.

Duarte fuera del PRI, festinaron en las redes, en los medios, en los templos. ¿Y el dinero y sus subalternos cómplices apá?

Pero sobre todo, “on’ta” quién lo puso ahí y le dejó las arcas “harto vacías”, ese refugiado consular, negro de fidelidad, el que lo enseñó a inventar fideicomisos y convertirlos en empresas fantasmas. Esos gobernantes dejaron que todos hicieran lo que quisieran, que se llevaran lo que pudieran. Que saquearon al IPE, dejaron seca a la UV, no pagaron a nadie: empresarios, maestros, empleados. Quebraron empresas, vaciaron ríos, contamina¬ron arrecifes, importaron alimento para darle “en la madre” al productor agropecuario, enriquecieron a medios locales, desaparecieron periodistas. Ellos no son diez, son mucho pero mucho más de diez: los actuales y reciclados funcionarios, son decenas, centenas, aún ellos incrustados en todas las secretarías y dependencias del gobierno actual y pertrechados desde el anterior, mientras el Ochoa priista acaricia jubilarse con más de doscientos mil pesos mensuales.

La limpieza es un simulacro, lo dijo Alejandro Solalinde. Correr a Duarte del PRI, se tornó en una suspensión de derechos color de rosa y Ochoa gritó con consigna, gritó por obediencia y gritó porque así se lo exigieron, se mantuvo abriendo sus brazos y extendiendo sus manos, al estilo clásico de Clavillazo, sin su gracia ni oportunidad humorística “pura agarrada de pendejo”, dirían en el rancho.