2016-10-09 | 20:09:01

El PRI antes y después de Javier Duarte

Magda Zayas Muñoz @magzamu

Pareciera un distractor, pero no, es real, un escándalo real, que sin lugar a dudas solo beneficia al Partido Revolucionario Institucional y consecuentemente a la imagen de sus altos representantes, pues la expulsión de Javier Duarte de Ochoa, de su instituto político en nada beneficia a los veracruzanos y no contribuye al mejoramiento de las finanzas públicas de la entidad.

Un “circo” mediático que solo escandaliza, pero en nada favorece al esclarecimiento de los hechos, respecto del desvío de recursos, peculado, incumplimiento de un deber legal y demás delitos en los que incurrió Duarte de Ochoa como Gobernador; los veracruzanos quieren verlo en la cárcel y el PRI no es lo que hará.

Hablando precisamente de ello, ayer la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI dio a conocer que citó a comparecencia para el 25 de octubre a las 13:00 horas al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa; Fernando Elías Calles Álvarez, quien encabeza dicha comisión,dijo que realizará la audiencia de desahogo de pruebas y alegatos. La audiencia es solamente con Javier Duarte, quien aparece como el “probable responsable”.

Por cierto que en el expediente que contiene el Proceso Sancionador y su acumulado, aparecen como denunciantes César Román Mora Vázquez y Armando Barajas Ruiz.Fue el pasado 26 de septiembre cuando la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI tomó la decisión de suspender sus derechos como militantes del tricolor no sólo a Javier Duarte, sino también a Gabriel Deantes Ramos, José Antonio Chara Mansur Beltrán, Arturo Bermúdez Zurita, Israel Ramos Mange y Daniel Cordero Gálvez.

Con lo anterior el tricolor se evidenció terriblemente, pues los expulsados junto con Duarte jamás se han registrado como priistas, es decir no son militantes, lo más cercano al PRI que han tenido es haber colaborado en gobiernos priistas y por supuesto haberse beneficiado económicamente durante el desempeño de su encargo.

Dicha resolución se determinó después de estudiar las denuncias que interpusieron los casi desconocidos priistas, Armando Barajas Ruiz y César Román Mora Vázquez, quienes solicitaron la suspensión de derechos para Duarte de Ochoa y sus colaboradores, por considerar que afectaban la imagen del PRI, por las denuncias en su contra por presuntos actos de corrupción.

Pero lejos de la afectación de la imagen de un partido político, lo más importante y muy por encima de ello está la afectación que han sufrido millones de veracruzanos quienes sólo desean ver a Javier Duarte tras las rejas. Por lo pronto aquí en una búsqueda desesperada de apoyo, se ha tratado de obligar y coaccionara priistas, para que firmen desplegados en su favor.

Como se ha dado a conocer, quienes han firmado en un supuesto apoyo a Duarte se han metido en tremendos problemas pues ha sido el Comité Ejecutivo Nacional de dicho instituto político, quien les ha pedido que se retracten.

Pero lo más triste de este asunto, es que han sido los propios priistas quienes se han negado a apoyar al ejecutivo, pues éste les dio la espalda cuando lo buscaron para diferentes gestiones, entre los líderes de peso que le dieron un portazo en la cara -cuando el Secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado lo buscó- fue el líder de la CNC, Juan Carlos Molina.

Y así mientras el teatro de expulsión continúa y los veracruzanos aguardan su esperanza con Miguel Angel Yunes Linares, los priistas andan sin rumbo y aquí aún ni un delegado nacional que inicie los trabajos de renovación del triste partido que pareciera se encuentra en decadencia. Ya priistas y Duartistas –que son cosa aparte- andan buscando su futuro en otros institutos políticos porque al PRI después de Javier Duarte ya no le ven futuro y para ejemplo David Velasco Chedraui y de ahí la lista es extensa. ¡Así las cosas en nuestro Veracruz!