2016-10-13 | 07:56:53

El que se raja pierde

La estrategia que utilizó Javier Duarte de Ochoa para defenderse y responder a todas las denuncias en el programa de Televisa le fue muy redituable y le dio un viraje de 180 grados al transformarse del acusado de todo lo malo que ha pasado en Veracruz a un renovado fiscal político, capaz hasta de retar a un debate público a su odiado rival el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.
Tiene que quedar claro que lo más seguro quien le ordenó que pidiera licencia fue directamente del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El plan mediático fue concebido en las altas esferas del gobierno federal porque quieren obtener un nuevo pacto más redituable con el PAN por la importancia que representa la impugnada gubernatura de Veracruz.
En todo ello figuran los planes electorales para los comicios del 2018 y la misión imposible de detener el avance de Andrés López Obrador. Yunes Linares debe pensar con toda claridad lo que puede perder si se raja al no asistir al debate o medir las consecuencias de qué lo podrían acusar sobre lo negativo de su negro pasado en caso de asistir al popular noticiero matutino.
Le debe quedar definido que para el común de la gente si el choleño rechaza el debate no se va a salvar de la feroz campaña mediática a nivel nacional que afrontará sufragada por los gobiernos priistas, quienes no lo van a bajar de miedoso y cobarde.
La invitación por parte de Televisa a Duarte de Ochoa no fue gratis, antes tuvo que solventar la deuda que tiene con ese medio, no se trata de una simple regalía de equidad periodística por darle oportunidad de defenderse al cuestionado gobernante veracruzano.
Lo que es absurdo es que el personal encargado por el gobernador electo, Yunes Linares, de vigilar las reacciones que tendría el gobierno estatal denunciado, no hubieran advertido lo que se planeaba en la ciudad de México para rescatar y darle oxigeno al asfixiado gobernante veracruzano.
El silencio de los ultimas semanas que se guardaba entre los dos grupos en pugna del PRI y el PAN-PRD advertían que algo muy serio se aproximaba. Duarte de Ochoa advirtió que el próximo lunes presentará una bomba que puede cambiar el rumbo político de lo ocurrido en las pasadas elecciones.
Yunes Linares retrasa su embozado anuncio que cimbrará al país hasta el día que él tome posesión. Así como le fallaron y hundieron a Duarte de Ochoa los estrategas oficiales de la comunicación que manejaron su quehacer político como gobernador así le ocurrió con este fatídico miércoles a Yunes Linares.
Son elementales los errores periodísticos a nivel oficial que se cometieron, esto nunca le hubiera ocurrido a un gobernador como Fernando Gutiérrez Barrios.
La red de comunicación que tenía con los personajes claves tanto de medios nacionales como los locales. Figuras como Alberto Peniche o Mercedes Aguilar que marcaban los inicios de los principales noticieros audiovisuales del país así como los titulares de ocho columnas del día siguiente.
La importancia del cuarto poder siempre esta vigente, pero mientras que mantengan ese divorcio con verdaderos periodistas los problemas personales del orden político entre el gobernante y el electo, se seguirán agravando.
La realidad es que nuestros políticos locales no aprenden. MIGUEL