2016-10-13 | 09:08:56

›El que se fue

Después de la licencia de Javier Duarte De Ochoa como mandatario, hemos llegado al escenario en Veracruz de que todo puede pasar de aquí al 1 de Diciembre cuando se renovará el poder ejecutivo. Con Carlos Loret de Mola se vio al gobernador con licencia echado para adelante, sin mostrar miedo de que lleguen a procesarlo por el millonario desfalco del que fue objeto el erario público veracruzano, y hasta dijo que quiere debatir. El gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, en su conferencia de prensa, se percibió a la defensiva y amenazó con sacar unos expedientes que cimbrarían al país y confirmó que quieren impedir que rinda protesta. Viene una etapa que es inédita para los veracruzanos, donde nadie puede jactarse de saber qué va a pasar.

Todo apunta a que Javier Duarte no tendrá el destino que esperan muchos, pues es un hecho que su decisión de dejar el cargo no es unilateral: invariablemente vino desde Los Pinos y si el presidente de la República lo obligó a dimitir, su juego sabrá. La prueba de que la determinación vino desde la Ciudad de México está en la reacción del gobernador electo, quien lejos de mostrar contento por la forma en que sale Duarte, exhibió irritación incontenible. Incluso Yunes Linares acusó que quieren impedirle asumir el cargo, sin decir quiénes. Y dijo más: advirtió que sin importar cómo, pero llegará al Palacio de Gobierno el 1 de diciembre. Su reacción de coraje no fue bien vista. ¿No era eso lo que quería, que Duarte se fuera del gobiernos? Tampoco agradó que lanzara la queja, pero sin ponerle nombre. Dijo enfrentarse al “régimen”, y a pregunta expresa sobre si se refería al obrero de Enrique Peña Nieto, no dio una respuesta precisa ni contundente. Es obvio que no enfrentará al ejecutivo federal porque entonces cambiaría su historia.

Lo único cierto es que la salida de Javier Duarte como gobernador de Veracruz sume al estado en una incertidumbre peor de la que ya se vivía. Nadie sabe qué pasará ni como se conducirá a la entidad de aquí al 1 de diciembre. ¿Saldrán los pagos para los empleados estatales? A quienes afirman que en Veracruz nunca se había dejado inconclusa la gubernatura, vale la pena recordarles que en 1988 Fernando Gutiérrez Barrios dejó el cargo iniciado en 1986 para asumir la Secretaría de Gobernación en la administración federal de Carlos Salinas de Gortari. Lo relevó Dante Delgado Rannauro, quien era secretario de Gobierno y concluyó el periodo que venció en 1992, cuando Patricio Chirinos Calero se convirtió en gobernador. Lo demás es historia. Llama la atención que por su partido Flavino Ríos Alvarado halló algunos detractores, y ya ni se diga del PAN, para ser elegido gobernador interino por 48 o 47 días. El abogado Sergio Vaca Betancourt, exdiputado local, exdiputado federal, expanista y ex del Movimiento Ciudadano, dijo a una estación de radio del puerto de Veracruz que la mejor opción era el secretario de Gobierno Flavino Ríos Alvarado, porque facilitaría el proceso de entrega recepción. Ambos fueron compañeros en la quincuagésima octava Legislatura y protagonizaban buenos debates, por lo que incluso Sergio Vaca le reconoció sus méritos.