2016-10-13 | 21:23:39

Aun no estando, Duarte ésta atrás de Flavino Ríos Alvarado
• El poder detrás del telón
Magda Zayas Muñoz @magzamu
Javier Duarte Ochoa ya lo había decidido, así se lo dijo al periodista Carlos Loret de Mola; Flavino Ríos Alvarado sería el que le cubriría las espaldas y es que aún en el ocaso de su gobierno, hizo lo que quiso y se fue, no sin antes dejar impuesto a su Secretario de Gobierno y hoy Gobernador Interino.
Aun cuando ello lo tenía que decidir el Congreso, pues su licencia era mayor a 30 días, por lo que él no podía disponer, sino los diputados, él volvió a golpear el escritorio con su puño dando muestras de poder y los diputados priistas se alinearon a lo que el jefe les ordeno, “me voy y se queda Flavino”; ya “sin estar” impuso al minatitleco.
¡Es increíble como aun no estando, está! Ya todo lo tenía planeado desde hace tiempo, por eso Flavino se comportaba como el empleado servil y fiel, acatando todas sus instrucciones, aún las incongruentes, aún más las ilegales y esas que violan todo tipo de derechos humanos ¿Qué le debe Flavino a Duarte para aguantarle tanto y desprestigiar su trayectoria? preguntaban los veracruzanos.
La respuesta ahí está, días después, Flavino le debería a Javier Duarte el placer de tocar el poder por 48 días, para cualquiera serían pocos, muy pocos y más aún en un gobierno quebrado y desprestigiado, pero para Flavino no; se trata de saborear el poder casi al final de su vida pública y política, sabe que él difícilmente tendría la oportunidad de ser Gobernador y por eso decidió aceptar, todo por unos días como titular del Poder Ejecutivo.
Embriagándose de poder al leer y escuchar su nombre antecedido por la poderosa palabra de Gobernador, esa que pareciera se trata de una varita mágica que trasforma todo y así Flavino camina pausado, con mucho ego en su rostro y desafiante en su mirada, sabe que éstos 48 días podrá hacer y deshacer y aunque aparentemente no hay dinero, él como viejo lobo de mar sabe que el poder hace milagros.
48 días tocando el cielo y disfrutando cada minuto, cada instante sin importarle la opinión de los veracruzanos, porque sabe que después de esto, seguramente se ira a descansar tranquilamente a su casa, pues será parte de esa historia que lo señalara como Gobernador Interino ¡difícilmente los veracruzanos olvidaran a Javier Duarte y por lo tanto tampoco a quien lo cubrió al cierre de su administración!
¡Él no se fue, sigue aquí! Atrás de Flavino, lo aprendió de Fidel Herrera, aunque claro él –Duarte- es una mala copia del político de Nopaltepec, pero sabe que el poder se ejerce aun no estando, es más, es ahí donde se ejercer mejor, tras el telón, desde ahí se dirige cómodamente, sin ser visto, sin ser criticado, juzgado o acusado. Solo se dan órdenes desde la comodidad del reposo y fuera de reflectores y el empleado fiel –Flavino- las acata.
Duarte ya no podía, necesitaba un respiró y entonces dijo me voy de vacaciones y lo dejó al mando, pero no con voluntad propia para ejercer; se fue en total impunidad confiado en que, al no estar, ya no lo golpearan más, ya no habrá cada segundo una nota periodística, un comentario en redes sociales o una protesta sobre su persona, ahora equilibrará el repudio con Flavino Ríos.
Mientras tanto, hoy los medios y las redes sociales solo hablan de Flavino y así claro se cumple uno de los primeros objetivos de Duarte con su licencia, pues le aconsejaron que al no ser visto, no sería tan repudiado y acusado, digamos que el aborrecimiento se calmaría un poco, pues ya no eran sus acciones, era su sola presencia la que colerizaba a los veracruzanos.
En cambio Flavino cambio su trayectoria por unos días de exquisito y excitante poder, cuidando las espaldas de su jefe político ¡claro que Flavino no es torpe y también sabrá cómo llevar agua a su molino y una tajada del exquisito postre del dominio que ejercerá estos días! Pues el Minanitleco podrá cometer errores, pero este cargo no será como cualquier otro y él lo sabe, por eso ha aceptado jugarse todo, sin importar la crítica, sin derrumbar su trayectoria, todo vale la pena porque también llevara dinero público a sus bolsillos.
A nadie más le deberá el embriagante goce de ser nombrado Gobernador y la fogosidad de ejercer “la plenitud del pinche poder” 47 días, ya trascurrió su primer día como titular del Poder Ejecutivo y se encuentra feliz, mientras a diario se comunica con Javier Duarte y planea las estrategias diarias que los salven de esta crisis gubernamental que hoy comparten. ¡así las cosas en Veracruz!