lunes, 29 de abril del 2024
 
Por Celso Erick Garrido del Castillo
Columna: Status nascendi
Filosofía y teoría de la corrupción
2016-10-15 | 11:07:35
Estimados lectores, según el Diccionario
de la Lengua Española, considera a la
avaricia como el “afán desordenado de
poseer y adquirir riquezas para atesorarlas”.
En contraparte, codicia significa el
“afán excesivo de riquezas.” En ambos
casos, pueden ser consideradas como
aquel impulso desmedido que tiene
el ser humano hacia la búsqueda de la
opulencia; en ese sentido, la avaricia es
un deseo desordenado, mientras que la
codicia es un impulso excesivo; es decir,
ambos conceptos son afanes que se
refieren al exceso desmedido; incluso,
podríamos argumentar que la avaricia
busca atesorar la riqueza, mientras que
la codicia busca disfrutarla; no obstante,
todo avaricioso es un codicioso, pero
no todo codicioso es avaricioso, dado
que el impulso de atesoramiento radica
en la avaricia, mientras que este no se
encuentra en la codicia, dado que el codicioso
precisa algo más, donde incluso
la pretensión se puede volver infinita.
En relación con lo expuesto, podemos
aducir que la corrupción puede tener un
origen psicológico inserto tanto en la
avaricia como en la codicia, donde incluso
no podemos saber cuál es el destino de
la riqueza atesorada de los corruptos,
lo cual genera la presencia de la codicia
en sentido amplio e incluso puede dar
lugar a la avaricia, pero esta, dependerá
del destino del dinero mal habido que le
quiera dar el corrupto.
En ese mismo sentido, los que hemos
vivimos por más de doce años en el
hermoso estado de Veracruz, podemos
corroborar los múltiples actos de corrupción
realizados por la clase política
gobernante; la cual con indiferencia,
egoísmo y cinismo realizaron el robo
descarado de cantidades cuantificadas
en cifras exuberantes, las cuales simplemente
se vieron esfumadas de las cuentas
bancarias del Gobierno del Estado,
demostrando reiteradamente su afán
desmedido en pro de la “prosperidad”,
pero de la clase gobernante; donde la
ausencia del dinero público pudo significar
la vacuna de un niño, el medicamento
del enfermo, la educación de nuestros
jóvenes, la pensión de un jubilado, el pago
de equipo de vigilancia o bien el salario
de un trabajador de Gobierno del Estado.
En igual forma, el ejecutivo federal
indicó en dos ocasiones, que la corrupción
obedece a un aspecto cultural del
mexicano, la cual está inserta no solo en
el ámbito del gobierno, sino que permea
a toda la sociedad en su conjunto; con
lo cual puede redactarse la siguiente
hipótesis:
Los niveles de corrupción en la sociedad
mexicana, afectan la honestidad de
los gobernantes en todos los niveles de
gobierno. Con lo cual se debe comprobar,
que por esta variable tenemos el gobierno
que merecemos.
Adicionalmente, debemos tomar en
cuenta la teoría de Herbert Spencer
llamada Darwinismo Social”; en ella
el autor aplicó las leyes naturales a la
sociología, considerando a la sociedad
como si fuera un ser biológico. Partiendo
de esta premisa, justificó el dominio de
ciertos pueblos sobre otros, donde la desaparición
de estos es consecuencia de ser
más débiles; dicho de forma proverbial:
“el pez grande se come al chico”.
Dado este antecedente, es posible
aducir que el gobernante al estar en un
puesto de elección popular e incluso designado
por el ejecutivo o directivo en
turno, aplica de inmediato la teoría del
“Darwinismo Social”, con lo cual justifica
la corrupción, dado el elemento de
superioridad que el pueblo le ha otorgado;
el gobernante entonces considerará el
dinero público como suyo, con lo cual
mostrará el dinero como un sinónimo
de poder, de ahí que la corrupción sea
comprensible y aceptada entre los miembros
de su clan, los cuales consideran en
la escala de sus virtudes a la avaricia y la
codicia como máximos representantes.
Por su parte, Aurelio Clemente Prudencio
en su famosa obra denominada
“Psicomaquia”, que traducida al castellano
significa: la “Batalla de la mente”,
la cual es una representación alegórica
en el que las virtudes representadas en
formas humanas, enfrentan una lucha en
contra de los vicios, los cuales son también
personificados por humanos, donde
cada virtud enfrenta a su contraparte
en donde al final, las vitudes triunfan
sobre los vicios.
Cabe destacar, que el último de los
vicios en quedar en pie es la avaricia,
representada como una mujer demacrada
con garras, la cual va recogiendo las
riquezas regadas en el campo de batalla,
la avaricia al ver unos monjes, trata de
llamarlos, pero al ver que no responden,
se transforma en una mujer joven y hermosa,
con lo cual surge la frivolidad.
Para concluir, cabría mencionar al
filósofo griego Aristóteles, el cual expuso
lo siguiente: “Hay que considerar como
una señal los modos de ser, en tal sentido
las virtudes que desarrollamos, así como
atender al placer o el dolor que acompaña
a las acciones; de ahí que la virtud moral
se relaciona con los dolores (por ejemplo:
dar limosnas o simplemente prestar
dinero), mientras que por otra parte,
hacemos lo malo a causa del placer (la
avaricia, la codicia y gastar el dinero mal
habido), de ahí que nos apartamos del
bien a causa del dolor. Por ello, debemos
haber sido educados en cierto modo desde
jóvenes, como dice Platón, para podernos
alegrar y dolernos como es debido, pues
en esto radica, la buena educación”.
Muchas gracias
@ErickCelso


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