2016-10-19 | 20:38:43

Esa familia priísta.

El problema del líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza es el multimencionado apoyo de Javier Duarte de Ochoa a la pasada campaña presidencial, de que manera evitar que con la captura del gobernador con licencia salpique a su presidente Peña Nieto y obviamente al partido tricolor dejándolo fuera del 2018.

Dentro de esta guerra de lodo de los personajes que están involucrados con el brutal saqueo de las finanzas del gobierno de Veracruz, aparece una figura clave en la persona del exsecretario de Hacienda de la época de Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe Armella, padrino político del ahora principal asesor presidencial Luis Videgaray, quien fuera despedido por haber invitado a Donald Trump como lo exigió el presidente norteamericano Barack Obama.

Aspe Armella aseguran que trabajaba con Duarte de Ochoa en una empresa llamada Evercore que negociaba para reestructurar la multimillonaria deuda del gobierno estatal a cambio de ciertos dudosos y cuantiosos pagos.

La identificación con el impresentable de Carlos Salinas le permitía a Duarte de Ochoa sentirse protegido y seguro de que no prosperarían las acusaciones en contra suya. Van a empezar a salir otros nombres de las cúpulas priístas que van a sacudir al país tal como lo prometiera Yunes Linares quien amenaza con revelar el gran robo perpetrado en Veracruz.

La cadena de complicidades es muy larga y se remonta al negro pasado del PRI en el poder y la complicidad de los gobiernos panistas que permitieron ser virreyes a los gobernadores priístas.

Uno de los amigos del suegro incómodo, Tony Macías, quien por cierto dejónumerosas deudas en Coatzacoalcos, es el actual secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, compañero de la Ibero, quien no pudo intervenir en el complicado rescate ante el gobierno de la República por el cuestionado yerno ahora prófugo de la justicia.

Sobre los rumores de que se refugió en el extranjero hay que tener presente que el hombre más buscado por las autoridades policiacas fue el Chapo Guzmán y el mejor lugar para esconderse es… algún lugar apartado del país o en el sitio que menos se lo imaginan. Periodistas xalapeños de la fuente apuntan que lo más remodelado por la administración duartista fue la casa Veracruz. La que fuera originalmente la residencia particular del entonces gobernador Rafael Hernández Ochoa, donde paradójicamente iniciaron su carrera política a nivel local, Miguel Yunes Linares y Fidel Herrera Beltrán, en aquel entonces grandes amigos y compañeros de partido. El hombre de Santa Gertrudis del municipio norteño de Vega de la Torre, fue quien bautizara como el popular “tío” al inquieto cuenqueño.

La historia de la abrupta salida del gobernador Javier Duarte de Ochoa se repitió en la entidadveracruzana en la época del presidente López Portillo.

Aquellos tiempos donde era el PRI un gran equipo y que terminara abruptamente con el arribo del gobernador Agustín Acosta Lagunes quien tenía como segundo el destacado notario Ignacio Morales Lechuga que en los primeros días del nuevo gobierno capturaronalentonces director del IPE, José Luis Lobato y salieran huyendo a México el que fuera alcalde de Xalapa, Carlos Padilla Becerra y Miguel Ángel Yunes Linares.