2016-10-26 | 21:20:38

Por Maquiavelo

La pesadilla de Héctor Yunes

El senador Héctor Yunes Landa tiene que remar contracorriente para poder alcanzar la nominación como candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz en el 2018. Los que toman la decisión en el CEN del partido tricolor ya tienen a su aspirante en la persona de José Yunes Zorrilla. El líder nacional Enrique Ochoa Reza pertenece al equipo de Luis Videgaray, mismo grupo al que está incorporado José Antonio Meade, en el caso de que sea el nominado para suceder a Enrique Peña Nieto se la ponen más que en chino al choleño.
El argumento que van a usar es que ya tuvo la oportunidad y la perdió. Su respuesta es muy sencilla, se falló en esa ocasión porque estaba Javier Duarte y que no era su candidato, aunado al rechazo existente hacia el gobernante en funciones. La situación electoral sería muy diferente.
Para pelearla tiene que asegurar que él sería el ganador y que en las encuestas debe demostrar que es el mejor posicionado. Sería pelearse nuevamente con su primo y su sobrino del mimo nombre y apellido. Además usar como argumento que las gubernaturas no son patrimonio familiar y no se pueden heredar como pretende el PAN.

Dan pena ajena los funcionarios duartistas

¿Qué serie de delitos esconde el contralor Ricardo García para desvivirse en halagos con el electo, Miguel Ángel Yunes Linares? Al entonces gobernador Miguel Alemán Velazco, quien le dio la oportunidad de iniciarse en el quehacer del servidor público le daría pena ajena enterarse de esa servil actitud.
Él, como contralor del estado está bien adentro de la grave responsabilidad que tiene con el desbarajuste financiero. Principios y orgullo deben estar presentes.

¿Qué le saben a Peña?

La versión que tiene mayor fuerza sobre la tranquilidad y entereza que mostraba el gobernador con licencia Javier Duarte de Ochoa hasta el día que anunció que dejaría el puesto y retara de manera abierta a Miguel Ángel Yunes Linares para que se presentara a debatir en el programa televisivo, era porque tenía un “as” bajo la manga de la camisa sobre lo que podía revelar de las entregas millonarias y los compromisos políticos con el presidente Peña Nieto.
No se descarta que ese poderoso motivo es lo que le permitió escaparse, no obstante que se habían comisionado a 50 agentes de las fuerzas elitistas de la policía para evitar que se fugara y desapareciera del estado de Veracruz.
Esa confianza que mostró ante el conductor del noticiero y la certidumbre que le otorga la inmunidad de su persona era el acuerdo al que había llegado un día antes con el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong.
Son pactos políticos que se mantienen con el mayor sigilo. Hacen la advertencia que la información que poseen y los documentos que existen están debidamente resguardados y que alguien los puede revelar en el momento que no se cumpla lo pactado.
¿Qué es lo que sabe Duarte de Ochoa sobre el presidente Peña Nieto que le daba la certidumbre y la confianza de que era intocable?
Sin duda algo