2016-11-02 | 20:35:49

Salvando a Veracruz

En un importante reporte, por fin se dice de la situación financiera que vive Veracruz desde el inicio de la administración se agravó a partir del año 2012, expresó el secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín.

El funcionario, quien tomó protesta como titular de SEFIPLAN el 18 de marzo de 2015, informó que de acuerdo con las revisiones de los años 2012 y 2013 se detectaron gastos muy elevados y liberalidad en el uso de recursos públicos por parte de algunos servidores públicos.

Además de que se registró un crecimiento en el gasto de servicios personales que pasó de 16 mil millones de pesos en 2010 a 23 mil millones de pesos en 2014.

El pago de la deuda pública se elevó de 500 millones de pesos en 2012, a 4 mil millones de pesos de pago de deuda en 2014, es decir aumentó en un 700 por ciento.

Gómez Pelegrín, enfatizó que el problema financiero que hoy vive Veracruz es porque se gastó más de lo que ingresó, creando un desorden administrativo.

En este sentido, destacó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del Gobierno Federal siempre ha cumplido en tiempo y forma con el Gobierno del Estado.

Reiteró que el Gobierno de Veracruz tiene garantizado prestaciones, pago de nómina y aguinaldo a todos sus trabajadores hasta el cierre de la presente administración.

Pero a nadie conviene que el desastre financiero catastrófico del estado de Veracruz se convierta en una guerra de mayores dimensiones por sus efectos en perjuicio de la población en general, como son trabajadores, maestros y pensionados.

La entidad veracruzana se encuentra viviendo su peor pesadilla política y económica de proporciones inimaginables.

En los momentos de crisis económica en el país, aunque dígase que no, por los efectos de la baja en los precios de petróleo que inciden a su vez en el aumento a costos de los energéticos, luz, gas y gasolina, la situación para todos es grave pero con mayores repercusiones para los de a pie.

Sí todos aquellos que se dice son felices pero que en el fondo son los que deciden el futuro del país con su voto y el próximo año estarán dando voto de castigo para los responsables del magnicidio financiero en Veracruz.

El estado de Veracruz, entró a a una dinámica de crisis generalizada y ahora entre el gobierno entran y el saliente, no existe un acuerdo que cuando menos mande un mensaje de sensatez y esperanza para los veracruzanos.

Se trata de la danza de los millones que se encuentra perdidos fuera de las arcas por desvío o malos manejos. Los responsables serán denunciados ya para que respondan ante los faltantes que existen en los presupuestos oficiales de las diversos rubros, ha sostenido el gobernador Flavino Ríos Alvarado y también de que no se pueden saldar todos los adeudos que dejó el periodo de Javier Duarte de cinco y años diez meses con doce días.

Ahora lo significativo de la labor titánica del gobernador Ríos Alvarado, es que le cargan todo el trabajo y la responsabilidad de atender los abastos financieros para ayuntamientos que exigen el cumplimiento de sus participaciones estatales y federales.

En ese tenor entre los que no quieren dar un paso a la entrega-recepción y de quienes no pueden atender todos los compromisos pendientes, se encuentra un serio problema.

Pero del discurso a los hechos, Veracruz como parte de la joya de la corona para el 2018, entra al debate de las negociaciones políticas y en donde nadie sabe lo que está pasando, porque muchos de los funcionarios que han desviado recursos públicos andan circulando muy campantes.

Veracruz no puede convertirse en botín político de nadie y por favor hay que decirlo y reconocerlo, el tema no es de una controversia de partidos políticos y menos de una disputa de vencías y haber quien gana, se trata de que deben restituirse todos los recursos públicos que han sido mal manejados y los responsables deben retornarlos a las arcas, y más aun el gobierno federal, al final de cuentas tendrá que entrar al rescate financiero, porque el colapso de una situación tan delicada a nadie conviene.

Ya es tiempo de que las autoridades de los tres niveles de gobierno se pongan a trabajar en sus respectivas autoridades y también hay que reconocerlo, los alcaldes antes no reclamaron, antes no tomaron el palacio y ahora con un gobernador pacifico y negociador hasta le toman el palacio, no se vale, Flavino es inocente y ha sido el único en dar la cara ante la tormenta.

El dilema de Veracruz no debe ser político y tampoco debe verse como un factor de decisión en el futuro del año electoral en el 2018 para nadie, simplemente debe darse el rescate financiero y aquí lo recomendable sería un pacto de partidos políticos y de caballeros. Primero entre los dos gobernador el entrante y el saliente con el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de hacienda, José Antonio Meade, para fijar las bases del rescate.

Y después, se darán cuenta que en nada cambiará la inercia cambiante del voto electoral en las elecciones del 2017, en donde las municipales entran en una férrea disputa partidista de grandes dimensiones en donde el voto libre y secreto, será el factor de decisión para unos y otros.

La deuda estatal de Veracruz, que se arrastra desde hace varios gobiernos es de 87 mil millones pesos y el fracaso es en parte por la ineficacia y otro poco a su mal manejo, algo normal desde antes que se entrara en el modelo de la transparencia.

También las participaciones no son las que corresponden y ya ningún dinero alcanza, más aun si no es rigurosamente manejado.

Llegó la hora de los acuerdos y de subir al nivel de los debates que tendrán que darse en el ámbito federal, por eso Veracruz es parte de un pacto federal. Sálvanos, san Enrique Peña Nieto. Así las cosas.