2016-11-23 | 08:27:22

›Los recovecos

El Buen Fin tiene varios rostros. Uno es el de los comerciantes que aseguran haber tenido buenas ventas; otro, el de los que se quejan de no haberlas tenido tan buenas; y un tercero, el de los que quisieron aprovechar las ofertas pero no tuvieron con qué. Lo innegable es que sí hubo movimiento de dinero, quizá no en las cantidades esperadas, pero algunas personas, más bien muchas, pudieron aprovechar las ofertas. Si realmente lo fueron o se repitió la historia de subir precios para luego “bajarlos” engañosamente, ésa es otra historia de la cual deberá conocer la Procuraduría Federal del Consumidor y su delegada en el estado, Elizabeth Morales.

El que no ha tenido buen fin en sus programas, al menos en el estado de Veracruz, es Arturo Mattiello Canales. Él preside la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica cuyo activo más fuerte ha sido el programas Comunidades Seguras. El problema radica en que mientras en estados como Yucatán y Chiapas han tenido buena acogida, en Veracruz no ha encontrado eco. El empresario educativo quien también ha incursionado en la política no logra cuajar su proyecto entre los gobernantes de esta entidad. Pasaron los seis años del gobierno de Javier Duarte, con el breve espacio en que no está el cordobés pero sí el minatitleco Flavino Ruiz, y nunca se logró incluir al municipio de Veracruz en esa categoría en la que sí están Mérida y Tuxtla Gutiérrez. Y por si fuera poco, a Mattiello nunca -en el duartismo- se le dio una diputación plurinominal federal y ni siquiera estatal por el Partido Verde Ecologista, como candidato externo.

Los metiches que andan por todos los rincones alertan al próximo secretario de Educación de Veracruz y a los de otras áreas que tendrán mucho trabajo verificando que quienes figuran en la nómina realmente devengan su salario y que las dependencias no sean pistas de aterrizaje quincenal. Por lo pronto llama la atención sobre un apellido Arteaga, en áreas de Educación y la Secretaria de Gobierno. También sobre un apellido Restrepo, allá por los mismos rumbos. ¿Serán muy comunes en Veracruz? Y vaya si son metiches, que tienen datos hasta de las identificaciones presupuestales de cada quién. Dicen que esas prácticas añejas se dispararon en el sexenio de la fidelidad. Y vaya que hubo fidelidad pero a la nómina.

Los indignados exploradores ya le solicitan a Miguel Ángel Yunes Linares que depure las nóminas para que el gobierno estatal se ahorre cifras multimillonarias cada quincena o cada mes. Y de paso, que ya empiece a confirmar los nombres de su gabinete porque las filtraciones arrojan datos espeluznantes pues el que no tiene un pasado tenebroso es un peligro para la inteligencia de los veracruzanos, sobre todo por algunos perredistas buenos para cobrar pero no para diseñar programas y acciones de gobierno. A ver si el exalcalde de Veracruz, Francisco Avila Camberos, ya se entero de que está en el equipo de transición, porque ni él lo sabía; al menos eso dio a entender cuando se publicó su nombre. A ver si ya.

Dicen que diputados bicolores andan ofreciendo espacios en el próximo gobierno. Lo que no se aclara es si para el azul o para el amarillo; todo es cosa de negociar y mejor aún, de caerles bien. A la que más mencionan como una especie de hada madrina es a una de esta conurbación. Lo bueno es que ya se acabaron esos tiempos.