lunes, 29 de abril del 2024
 
Por Roberto López Delfín
Columna: Vórtice
El corrupto sistema de gobierno de Veracruz
2016-11-23 | 08:38:17
Las recientes detenciones de despreciables miembros del peligroso cártel criminal que gobierna Veracruz, más las múltiples detenciones y revelaciones delincuenciales que sin duda atestiguaremos, son sólo síntomas de la terrible enfermedad que infecta a nuestra cuerpo social, de la que el capo Javier Duarte, exgobernador con licencia que quiso regresar al cargo, a pesar de ser un prófugo de la justicia, para quitar el control del cártel político gobernante al intrascendente Flavino Ríos, son sólo patéticos, obscuros personajes, episodios de la tragicomedia del colapso del sistema político, del mafioso gobierno partidocrático de Veracruz. ¿Acaso Javier Duarte saqueó el Estado en forma solitaria y sin complicidades que hicieran posible la tragedia, el colapso de Veracruz? Triste espectáculo ha sido presenciar personajes como el oaxaqueño Flavino Ríos, de 66 años, que ha hecho de “la política” su forma de subsistencia desde el inicio de su vida profesional, hoy efímero gobernador interino de Veracruz, intentó “lavarse las manos” de los crímenes en los que participó y encubrió al declarar que “cada quien debe hacerse responsable de sus acciones” y que Javier Duarte de Ochoa “lo engaño”(sic), no obstante, lo sirvió primero como secretario de educación en 2015 y luego como secretario general de gobierno en el 2016. Es un insulto a la inteligencia de los mexicanos que los miembros y ex miembros del gabinete de JDO hoy clamen que los engaño ¿Debemos creer a Flavino Ríos que, con el descaro que le caracteriza lo mismo ordenó la brutal represión de pensionados que sólo exigían lo que les correspondía y facilitó el helicóptero en que el prófugo JDO huyó? ¿Merecen el beneficio de la duda los más cercanos colaboradores de JDO que han sido evidenciados en centenares de intrigas, maniobras ilegales para favorecer ellos, a sus familias, amigos y partido (PRI), aún cuando al hacerlo hayan jodido consistentemente a todos y cada uno de los miembros de la comunidad que llamamos Estado de Veracruz? Nos mienten como nos mintieron sus predecesores y ya muchos de sus sucesores están tentados a hacerlo. En Veracruz la corrupción gubernamental es sistémica, es decir, es hoy consustancial a toda la vida política de nuestro Estado, alcanzando a los partidos y organizaciones políticas paraestatales. Al analizar la catástrofe de nuestras finanzas y vida social, las causas y efectos de nuestras ciudades colapsadas cotidianamente por manifestantes que exigen sueldos y prestaciones laborales que no podrán pagarse, no estamos ante consecuencias de hechos aislados de corrupción e impunidad, sino ante los devastadores efectos acumulativos de toda una clase política podrida de varios partidos, muy señaladamente el PRI, sus aliados y sirvientes, que han corporativizado sindicatos, organizaciones sociales e incluso al Colegio de Notarios del Estado de Veracruz, para obtener ganancias y prebendas mal habidas e ilegales, sin detenerse a considerar por un segundo que al hacerlo arruinaban progresivamente a Veracruz. La corrupción de los gobernantes y sus acólitos no son hoy hechos esporádicos o excepcionales como querrán hacernos creer después de presentarnos a los chivos expiatorios priistas que serán capturados, exhibidos y encarcelados en los meses venideros. ¿Es razonable creer ahora que la cloaca de los monstruosos desfalcos del cártel criminal que saqueo a Veracruz pasó desapercibida para los políticos profesionales al servicio del capo Javier Duarte? Ahora resulta que todos son y serán “inocentes”, ingenuamente participaron en los desvíos de recursos que se hicieron en las unidades administrativas a su cargo, sin percatarse de lo que hacían.
Pobres ternuritas, JDO los engañó… ¡Tiemblen corruptos, el PRI, sus aliados, militantes y simpatizantes se encargarán de castigar a los políticos ladrones! Ellos son inocentes, pues por unas manzanas podridas, no puede juzgarse una cosecha, al fin y al cabo, los crímenes son individuales y el sistema no está corrupto hasta la médula… Ajá. Sí no fuera tan profundo el colapso en que han dejado a nuestro Veracruz podríamos bromear sobre esto, pero como somos más de 7 millones de víctimas inocentes nos tomaremos muy en serio todos y cada uno de los crímenes y maquinaciones que han viciado nuestro gobierno y sistema político, arruinando a nuestra economía y sociedad, en detrimento de la calidad y seguridad de la vida de cada uno de los veracruzanos. ¿Acaso se nos olvida que las corruptelas de JDO y cómplices fueron denunciadas públicamente por el Auditor Superior de la Federación (ASF) Juan Manuel Portal Martínez en 2011 y cada año desde entonces, señalando puntualmente los desfalcos que ahora dicen los colaboradores de JDO haber ignorado? ¿Qué acaso no es público también que el propio Flavino Ríos tiene responsabilidad directa por algunas de esas irregularidades detectadas por la ASF en las dependencias que estuvieron a su cargo? ¿Pasó desapercibido para el Contralor del Estado; el ORFIS y los titulares del Registro Público de la Propiedad los miles de millones desviados empresas fantasmas y el súbito florecimiento de toda una generación de nuevos sibaritas con fortunas inexplicables? ¿No fue evidente que a pesar del flujo de recursos y el endeudamiento no había obra pública? ¿No explotó la inseguridad ante la complacencia del “general” Arturo Bermúdez? Todos los colab oradores de primer nivel de Javier Duarte son sus cómplices, pues participaron de sus fraudes y/o son encubridores de sus delitos, pues la corrupción de su gobierno fue sistémica. Ellos participaron, no pueden ahora llamarse sorprendidos por los lamentables sucesos que ahora dicen haber ignorado durante los años que formaron parte de su gabinete, a pesar de las múltiples denuncias qué desde el inicio de su administración, muchos realizamos sobre su podrido gobierno. El PRI y sus aliados están integrados por cínicos, capaces de negar cualquier cosa por evidente que sea, sí de ello obtienen un beneficio personal para ellos o para los capos políticos que los lideran a nivel burocrático. Mucho trabajo tendrá el gobernador Miguel Ángel Yunes para cumplir las promesas de campaña que lo llevaron al poder, de encarcelar a todos aquellos que robaron a Veracruz. Centenares deben estar entre los encarcelados por delincuencia organizada, cuando menos por complicidad, coparticipación y negligencia criminal. Si así no fuera, habrá quedado claro que la corrupción no fue castigada por así convenir a la nueva administración a cargo del Gobierno de Veracruz. El reto para el próximo gobernador es desmontar el corrupto y corruptor sistema de impunes delitos pequeños y grandes que se comenten cotidianamente en las oficinas del gobierno del Estado de Veracruz para favorecer los intereses y proyectos políticos del gobernador, su grupo y partido político. Miguel Ángel Yunes Linares ha sido parte en el pasado de ese sistema, conoce perfectamente cómo funciona y deberá desmontar desde el inicio de su gestión, pieza a pieza esa plutocracia criminal. Consentir impunidades convenientes; reciclar a notorios corruptos como colaboradores; aprovechar la “maquinaria del gobierno” para promover intereses personales o familiares; serán actos de pública traición a los veracruzanos, para perpetuar –ahora en su beneficio- la corrupción sistémica que se comprometió combatir.


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