2016-12-04 | 11:34:22

Dice en un tuit Pablo Robles Barajas, y dice bien, que la conclusión sobre el esperado anuncio que haría cimbrar al país del ahora ya gobernador Miguel Ángel Yunes Linares es que el “nuevo significado de la palabra cimbrar (es): que cimbren a su madre todos”.

Y es que prácticamente nada en el discurso de toma de posesión de Yunes Linares como nuevo gobernador de Veracruz fue un anuncio novedoso, mucho menos cimbrador, aunque no por eso deja de tener importancia el hecho de que se recupere para las arcas del Estado algo de lo robado por Duarte y sus secuaces, aunque sea un porcentaje tan mínimo.

Pero volviendo a la, eso sí, novedosa acepción del término cimbrar, acepto que a mí lo único que me cimbra mucho la madre es el juego de cifras. Empezaron por 30 mil millones y ya vamos en más de 100 mil millones. Y contando.

Antes de que existiera nuestro sucinto sistema de transparencia,

Forbes nos informaba cada fin de sexenio sobre el nuevo rico expresidente en turno. Ahora nos la cimbra un político uncido en manto de honestidad cuyo historial es, por decir lo menos, dudoso.

Pero lo que ya en verdad me la requete cimbra es la pésima sucesión de gobernantes en Veracruz, y quien dice Veracruz dice México, que efectivamente hacen que incluso alguien como el ya actual gobernador nos llene al pueblo votante de un regocijo esperanzador.

En fin, como no voy a ser yo quien ponga el pelo en la sopa, prometo también regocijarme portentosamente si por lo menos Yunes Linares cumple con la promesa de llevar a la justicia al grupo de destacados empresarios y funcionarios prestanombres a los que denunció legalmente.

Y nada de acuerdos en lo oscurito como los anunciados hace apenas un par de días sobre empresarios que aceptan devolver voluntariamente cantidades que parecen irrisorias frente al monumental desfalco que suma ya más de 100 mil millones.

Tenemos derecho a saber quienes son esos personajes generosos, cuánto dinero ayudaron a desviar, qué ganaron por semejante acción, qué pena merecerían si el hecho fuese transparente.

Cimbre usted al País señor gobernador, haga justicia, no otorgue favores. Ni para los otros, ni para los suyos, ni para usted. Cumpla su palabra.