2016-12-05 | 09:24:45

›El secretario de gobierno…

Mientras Rogerio Franco Castán siga enfrascado en la polémica por su presunta carencia de título universitario y de la cédula profesional correspondiente no podrá dedicarse a trabajar por la seguridad interna y la gobernabilidad del estado de Veracruz. Nadie duda que sea abogado pues cualquiera puede serlo si estudia la carrera de Derecho en alguna universidad pública o privada. ¿Entonces por qué su renuencia a demostrarlo? Tan fácil que es presentar el título o la cédula. A lo mejor sí tiene el título pero no ha tramitado la cédula; tan fácil es que lo explique si ése es el caso. Pero no… En el sexenio de Miguel Alemán Velasco se puso de moda una Universidad de San Luis Potosí por internet. En ese entonces se supo que varios funcionarios alemanistas y de la fidelidad hicieron licenciaturas de ese modo y hasta título les extendieron. Lástima que Franco no se enteró a tiempo.

Pero aparte de esas nimiedades -así parece considerarlas Franco- académicas, el secretario de Gobierno debería empezar a trabajar en la gobernabilidad de Veracruz, si es que en verdad podrá desempeñar ese cargo a cabalidad y no es sólo de membrete. El gobernador deberá permitir el trabajo de cada funcionario. Aunque Franco no es de su compacto equipo, deberá permitirle que sea un verdadero secretario de Gobierno y no un parapeto. No es sólo cumplir una cuota de campaña con el PRD que a lo mejor sólo es temporal y al cabo de los meses se truncará. El secretario de Gobierno debe empezar a trabajar en cerrar heridas y sumar la mayor cantidad de veracruzanos al proyecto yunista.

No hay que echar en saco roto los dichos de Rosa María Jácome, quien en dos ocasiones ha tenido la sindicatura del ayuntamiento de Veracruz. La señora afirmó que en todas las administraciones hay funcionarios que incurren en corrupción y piden los famosos diezmos para los contratos diversos. Todos los gobernantes se dan baños de pureza y de honestidad, se jactan de que en sus gobiernos no hay irregularidades y hasta retan a que los investiguen. Y ya vemos lo que está ocurriendo con el gobierno duartista. Son secretos a voces, todos saben que pasa pero todos callan. Es como el diablo: nadie lo ve pero todos saben que existe. Y como ninguna autoridad va a admitir que en su administración hay triquiñuelas, habrá que esperar a que éstas terminen para que aflore la suciedad.

NI el carnaval se salva de que algunos participantes ensucien lo que debería ser una fiesta del pueblo. En las recientes votaciones para la Corte Real el presidente del comité, Luis Antonio Pérez Fraga, dejó entrever que algunos candidatos entregaron menos dinero del que habrían captado, y como no hay manera de demostrar cuánto recaudan, pues algunos se “fueron al monte”. Por eso el famoso “Pollo” Pérez Fraga señaló la necesidad de que las candidaturas para la Corte Real ya no se trabajen a base de dinero y se busque otro esquema.

Van a ser muy interesantes las “grillas” y pugnas de poder que se van a desatar al interior de la Secretaría de Gobierno que encabeza el perredista Rogelio Franco Castán, quien de entrada fue cuestionado por no contar con título de abogado. Y es que como subsecretario fue nombrado el priista o neopanista Pedro Manterola Saenz, quien vendió muy bien su apoyo al PAN, pues hay que recordar que su hija es diputada local y es la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local. Y para cuidarle las espaldas al hoy ya exdirigente estatal del partido del Sol Azteca se sabe que hay dos incorporaciones tales como Agustín Mantilla Trolle y Sergio Cadena Martínez, exlegislador y exalcalde de Catemaco, respectivamente. Así que las “zancadillas” estarán a la orden del día.