2016-12-15 | 09:38:17

El 12 de diciembre fue el día que la jerarquía católica mexicana seleccionó para arremeter contra la clase política corrupta que tiene en el despeñadero a todo un país. Fue el Rector de la Basílica Enrique Glennin Graue quien en la homilía para celebrar el 485 aniversario de las apariciones de la Virgen ante el indio Juan Diego, se lanzó contra la corrupción e impunidad que laceran a los ciudadanos. El poder eclesiástico puso el dedo en la llaga para dejar en claro su influencia entre los feligreses, con miras a los próximos procesos electorales que serán decisivo en la contienda presidencial. En efecto, a la vuelta de la esquina están los comicios para elegir Presidentes municipales en el estado y gobernadores en otras tres entidades. 2017 será un año crucial para definir la primera magistratura del país donde Veracruz juega un papel preponderante. Son 212 alcaldías que se disputarán principalmente entre PAN-PRD, MORENA y PRI. Según las empresas encuestadoras el posicionamiento de los institutos políticos a nivel nacional es el siguiente: MORENA y PAN muy cerrados, luego PRI y PRD. En ese orden. Andrés Manuel, encabeza todos los sondeos de opinión con 29 por ciento. Le sigue Margarita Zavala con 26. Osorio Chong, con 15 y Mancera con 9%. La perseverancia de El Peje por más de 15 años le ha redituado factores positivos para alcanzar su sueño dorado: la Presidencia de la República. La experiencia acumulada por las derrotas lo ha fortalecido e impulsado para seguir tras su objetivo. Ha convertido los fracasos en retos a vencer. La situación política mundial antisistema, el triunfo de Donald Trump y hasta el mensaje político de la Iglesia católica, se alinean a favor de su candidatura. Hoy, Andrés Manuel, se observa menos agresivo pero congruente con su férrea ideología. Su discurso ha desechado el radicalismo que lo confrontaba con los poderosos. Hoy sus tácticas cambian y coquetea con Televisa al aceptar prolongada entrevista con Loret de Mola, donde su actitud y lenguaje contrastó con
sus anteriores expresiones. Del discurso severo, a la respuesta suave y sensible. Del gesto adusto, a la sonrisa amable. Ahí, para sorpresa de muchos, puntualizó que apoyaría a Peña Nieto en la defensa de la soberanía y de nuestros paisanos en EU. Y todavía más: defendió la investidura presidencial y lamentó que se haya vuelto un “deporte nacional” denostarla. Hay que destacar que la televisora dispensó un trato terso y condescendiente, diferente a las pasadas entrevistas. La estrategia de López Obrador, al igual que la jerarquía católica, consiste en priorizar la lucha contra la corrupción, la impunidad y la desigualdad social. La constante presencia del aspirante presidencial en los estados influirá de manera contundente en los próximos resultados electorales. En tanto, los partidos políticos elaboran estrategias e impulsan a sus candidatos para lograr triunfos y conservar sus prerrogativas. Esta es la coyuntura ideal para que Andrés Manuel --quien asegura que es Peje, pero no lagarto--, logre ocupar Palacio Nacional. Pero antes de los comicios presidenciales del 2018 están las elecciones en Estado de México, Nayarit y Coahuila, donde se renovarán gubernaturas. Y las municipales en Veracruz donde están puestas las miradas de los aspirantes a la primera magistratura. En las pasadas elecciones para formar el Congreso local, MORENA tuvo una participación exitosa al conseguir la segunda posición gracias a la imagen pública de López Obrador. En los inminentes comicios municipales el “Factor Peje” será determinante. Por su parte, el bloque PAN-PRD intentará consolidar sus preferencias para mantener la gubernatura de seis años. Será una elección cerrada donde el PRI no tiene posibilidades de éxito, pues aún no se recupera de la derrota luego de 86 años de supremacía. Si el “Factor Peje” se consolida en Veracruz su figura política no tendrá adversarios para alcanzar la presidencia. De lo contrario, tendría que irse a descansar de tiempo completo a su rancho de Chiapas: La Chingada.