2017-01-06 | 10:10:18

El peor vaticinio se cumplió
Lo que es la historia. Hace 56 años un gobernante originario del Estado de México, al igual que su paisano, el presidente Enrique Peña Nieto, pronunció un discurso histórico donde advertía que habría traidores que venderían a nuestro país, por coincidencia en esta ocasión quisimos reproducirlo por los singulares acontecimientos que marcan el inicio de un nuevo año.
El 27 de septiembre de 1960, el presidente de México era Adolfo López Mateos, dijo lo siguiente en la Plaza de la Constitución y desde un balcón del Palacio Nacional:
“Pueblo de México les devuelvo la energía eléctrica que es de la exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros. Ni un paso atrás, fue la consigna de don Lázaro Cárdenas al nacionalizar nuestro petróleo.
“Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica. Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a nuestros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la nación que conformamos. Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica y petrolera. Pero para ello ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos.
“Solo un traidor entrega su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier persona de otro país. Cuando un gobernante extranjero me pregunta si hay posibilidad de entrar al negocio de los energéticos o a la electricidad, les respondo que apenas estamos independizándonos de las invasiones extranjeras que nos vaciaron al país. Pero que en tanto, los mexicanos sí queremos invertir en petróleo americano o en su producción de energía eléctrica, por si quieren un socio extranjero.
“En México, la Constitución es muy clara: los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son a perpetuidad única y exclusiva del pueblo de México.
“Les dejo la misión de no permitir que vuelva a caer en manos de extranjeros. El resto de las especulaciones al respecto es traición a la patria. Industrializar al país no implica una subasta pública de nuestro recursos naturales, ni la entrega indiscriminada del patrimonio de la patria”.
Fue precisamente Adolfo Ruiz Cortines, el último presidente de México originario de Veracruz, quien designó como sucesor al que fuera su secretario de Trabajo, Adolfo López Mateos. Se les recuerda a estos gobernantes por su honestidad en el quehacer gubernamental. Nunca se supo que tuvieran propiedades fuera de la casa que vivían. El maestro Alfonso Valencia fue albacea del patrimonio de don Adolfo y solo dejó como herencia una modesta casa en el puerto de Veracruz.
Nadie se imaginó que en la clase política mexicana existieran personas que utilizaran los recursos públicos para enriquecerse de manera escandalosa como ocurre en la actualidad. El mejor ejemplo lo tenemos en Veracruz con nuestros gobernadores. +