2017-01-08 | 20:24:24

Compasión y pobreza

La problemática registrada en el puerto de Veracruz, los días jueves 5 y viernes 6 de enero, puso al descubierto una gran realidad, la existencia de una gran franja de pobreza que en los últimos años ha sido abandonada y objeto de las siempre oportunas actividades políticas que han propiciado una cultura clientelar.

Las evidencias de la falta de autenticas políticas públicas de atención a la gran presencia de un cordón de miseria que vive en los extremos de una región separada por las diferencias de nivel social. Los ricos con las comodidades en las zonas costeras, a diferencia de los pobres que habitan zonas populares en colonias y unidades habitacionales, tan abandonados para solo convertirse en parte del poder de explotación social, laboral y comercial.

En el hartazgo de la irritación colectiva que sólo en un mínimo porcentaje cayó en el juego de las protestas organizadas y dirigidas por el aumento a los costos de las gasolinas.

Los ojos del gobierno, de la iniciativa privada y de la propia sociedad, deben ponerse ya en esa gente pobre y que vive en la miseria, víctima de un sistema depredador, y a los que ahora se amenaza con quitarles las escuelas como justificación a un aumento desequilibrado.

Hace falta compasión con los pobres, como lo ha expresado el Dalai Lama, en el mundo en todas sus conferencias y ejercer una verdadera solidaridad de integración con quienes viven en la pobreza, por ser víctimas de su propia condición a los que hay que darles además de educación, las fortalezas para que puedan salir de esa condición lamentable.

Hay que decirlo, los pobres de esta región, pagan el transporte público y salen a trabajar y estudiar, con sólo un precario salario mínimo, y aun así se les exige pago de impuestos, más las dadivas par a poder seguir sobreviviendo.

Quedó en evidencia, que en la región del puerto de Veracruz, sólo salió un mínimo porcentaje de la población a tratar de mostrar su enojo con acciones impensadas y en el impulso colectivo manipulado, se les hace caer en la trampa para utilizarlos como carne de cañón.

Entre la propia población que ha logrado emerger de la pobreza mediante el estudio, ahora ya no ven para atrás y olvidando el origen, condenan a quienes víctimas de esta circunstancia, están ahora en la cárcel, algunos sólo por caminar en el lugar equivocado y otros por haber sido atrapados en el momento de la emergencia.

Las autoridades de justicia, deben evaluar muy la situación y solo aplicar la ley a los verdaderos delincuentes que buscaron sacar un beneficio de la situación colectiva que se dio sin un control preventivo o de vigilancia policiaca, que ante los ojos de los expertos se vio rebasada.
La reflexión es para todos, los políticos, iniciativa privada y toda la sociedad, de que hay que voltear a ver a quienes han sido y son víctimas de un sistema en decadencia que en su dimensión de privilegio, de ausencia de justicia social y de una insensibilidad inaudita, ya le cargo la mano a los pobres y no quieren dar cuenta que estos avisos, sólo dicen que la pita ya está a punto de reventarse.

Aquí también, viene la primer propuesta para el licenciado Luis Antonio Pérez Fraga, presidente del Comité de Carnaval de Veracruz 2017, hay que llevarles un paseo por desde plaza Coyol hasta donde se tenga un recorrido de unos kilómetros y dar cuenta que la gente se les va a agradecer.

Porque hay que dejar de pensar como en la época de la colonia, los pobres no sienten, no tienen alma, cuando son seres humanos como todos, que sienten, que quieren reir y alguna vez en la vida también disfrutar. Así las cosas