2017-01-10 | 08:49:24

›Rapiña sindical y de poder

Comenzó la rapiña en el Congreso del Trabajo. Desde hace varios meses el líder del sindicato de Tamsa, Pascual Lagunes Ochoa, ha expresado abiertamente su intención de presidir ese organismo que reúne a las organizaciones obreras en el estado de Veracruz. El problema con Pascual es que ni los tamseros lo quieren porque es el dueño de ese gremio, y así insiste en un liderazgo que no tiene. Los propios trabajadores de Tamsa se preguntan para qué quiere más poder si no puede con lo que ya tiene, ni le alcanzará la vida para disfrutarlo. Él está aferrado al Congreso del Trabajo y afirma que el regidor Benjamín Gutiérrez García ya está viviendo horas extras en la dirigencia estatal del CT. Lo que se advierte es una unión con el zar de la basura, Antonino Baxzi Mata, para tomar juntos algunos proyectos que podrían ser muy redituables en términos económicos para ambos. No se debe olvidar que Niño Baxzi cree que el PRI lo hará candidato a la alcaldía de Veracruz, desde donde le abriría concesiones a Pascual Lagunes en diversas áreas del municipio, quien tendría controlados todos los sindicatos para diversas obras públicas que “ganaría”.

Un dato para recordar. En tiempos de la Fidelidad, en elecciones locales varias personas afines al Sindicato de Limpia Pública le hicieron la chamba a candidatos del partido exinvencible y bloquearon a la oposición en las urnas. Se recuerda que en esos tiempos todo ese personal que parecía sacado del inframundo arremetió con tubos, bates y dicen que hasta armas de fuego contra los opositores, en una brutal y burda expresión del ser troglodita. Se recuerda, por ejemplo, que a panistas de apellido Guazo, entre otros, literalmente los secuestraron en sus propias casas para impedirles operar, a punta de objetos lo suficientemente fuertes para destrozar un cráneo humano. Y pensar que esas expresiones pretenden ser gobierno local.

Al parecer ya terminó el episodio de saqueo, violencia y amenaza de irrupción en viviendas veracruzanas que surgió con la excusa del gasolinazo y que hizo añicos a un segmento de la economía jarocha. Lo que no debe terminar son las investigaciones judiciales para encarcelar a los autores materiales y a los intelectuales. Dicen que en casa de una lideresa, en cercanías de las colonias La Laguna y Dos Caminos, están escondidos diversos productos robados a tiendas de autoservicio de El Coyol y la colonia Acosta Lagunes. Los vecinos aseguran haber visto cómo ingresaban al sitio los objetos de valor transportados en innumerables viajes en motocicleta, bicicleta, automóvil y hasta en carretillas, robados de un centro comercial ubicado en la Acosta Lagunes. Lo interesante es saber si la lideresa de un partido político llegará a ser atrapada y encarcelada, si es que alguien la denuncia, o si seguirá impune gracias al origen de su mexicanidad.

Por otra parte, las declaraciones entre panistas y morenistas subieron de tono por el tema de la presa Yuribia, donde el ejecutivo del estado acusó a militantes del partido de izquierda de estar atrás de las movilizaciones. La que enseguida contestó fue la diputada federal Rocío Nahle y se fue duro y a la cabeza, con lo que ya se generó un pleito entre ambos organismos políticos en el cual hasta se metió Andrés Manuel López Obrador con un twiter en donde involucró al gobernador veracruzano, del que se dice que junto con otros políticos quiere dejar a un hijo en el poder. Lo que ya no recuerdan es que ni el PAN, el PRD y menos el PRI abrieron la boca cuando salió el tema de la empresa brasileña, Odebrecht, que trajeron Javier Duarte y Jaime Porres a Veracruz para privatizar el agua en la conurbación y desaparecer SAS. Solo MORENA dijo que era una estafa. Por cierto, Rocío Nahle siempre dijo que esta empresa solo tenía en mente privatizar el agua en la conurbación y no mejorar sus calidad, pero también se supo que el proyecto original contemplaba hacer lo propio en Coatzacoalcos y Xalapa, aunque en este ultimo caso Américo Zúñiga ya pintó su raya.