2017-01-15 | 21:01:07

Alberto Silva: el poder de la ilegalidad y el abuso de autoridad

Magda Zayas Muñoz @magzamu

Apenas hace unas horas el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares señaló al hoy diputado federal Alberto Silva Ramos como uno de los principales personajes que permitió la operación de la delincuencia organizada en su tierra natal –Tuxpan- donde intento constituirse en un cacique de la regional; puso y dispuso a su antojo –por ejemplo- de sub procuradores regionales, ministerios públicos –hoy fiscales-, candidatos y demás acciones que generaron el enojo de los habitantes.

Yunes Linares acusaba y SilvaRamos twitteaba indiferente y sin vergüenza el símbolo de su equipo de fútbol americano, considerando así se contaría como ganador al mostrar despreocupación e indiferencia por las imputaciones que el hoy Gobernador le lanzaba en su contra. Así es él, su ego es tan grande, que considera que nadie más es tan inteligente que el y por lo tanto nadie le ganará la batalla.

Lo cierto, es que, lejos de tales señalamientos que le corresponderá a las autoridades investigar, Silva ha insistido en hacer de Tuxpan su centro de poder, tratando de permanecer vigente; convertido en un funcionario venido a menos, ese que jamás quizo ceder en sus continuas acciones de abuso de autoridad, su actuar prepotente y autoritario, sintiéndose un iluminado que nadie podía derrumbar.

Se vendió con su jefe –en aquel entonces- como el único político priista veracruzano que podía enfrentar a Yunes Linares, así es que de manera torpe y ridícula emprendía acalorados debates vía Twitter o Facebook con el hoy Gobernador de Veracruz; tras el triunfo del panista, el Duartista prácticamente se refugió retomando su diputación y permaneciendo en la Ciudad de México.

Apenas en diciembre del año pasado el nombre de Alberto Silva se escucho en reiteradas ocasiones, citado como uno de los priistas que podría ser expulsado, pero queda claro que una acción de este tipo, no le interesa al político, pues previendo está situación el tuxpeño ya tiene prendidas sus velas en otro institutos políticos como MORENA, donde ha mendigado el respaldó para ir en busca de otro cargo de elección popular.

Silva Ramos -próximo en contraer nupcias con su polémica secretaria- se niega a morir políticamente, hace apenas 5 días, en sus redes sociales, se pronunció respecto de la renovación del Comité Ejecutivo Estatal del PRI, refiriendo que: “una mujer debe encabezar la próxima dirigencia estatal del PRI en Veracruz” en clara referencia a su amiga Erika Ayala, Duartista de hueso colorado que al igual que él, solo aspira al crecimiento económico ¡pero de sus cuentas bancarias!

Con acusaciones en su contra como el desvío de recursos, abuso de autoridad y acciones de autoritarismo y represión que lo llevaron a encarcelar a periodistas críticos de su gestión, a quienes fabricó delitos como extorsión; el Tuxpeño enriquecido al amparo de, poder hoy intenta permanecer en la plenitud política, sin importar las medidas a las que tenga que recurrir para lograrlo.

Apenas hace dos días “el flamante diputado” invitaba a sus seguidores a leer un artículo que hacía alusión al diccionario Oxford y su palabra del año. “Este año, la escogida ha sido la post-verdad. El post-truth, un concepto que lleva más de diez años de utilización pero que ahora está en furor, se refiere a “circunstancias en las que los hechos objetivos tienen menor influencia en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”. En este caso, tiene un uso específicamente político más que una interpretación cotidiana. En palabras simples –relataba la columnista de El País- “le creemos más a los cuentos y las opiniones que a los hechos”.

Seguramente la recomendación del político fue, por aquello de que, la post-verdad le funcionó muy bien a él, es decir, el bombardear con mentiras siempre le redituó más que la verdad que reflejaban los hechos. Pobre Veracruz con estos políticos que de honestos y profesionales no tienen nada, pero insisten y se aferran por permanecer en el poder muy a pesar del repudio social. ¡Así las cosas en nuestra entidad!