sábado, 04 de mayo del 2024
 
Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Cosmovisión
2017-01-15 | 21:02:45
Retorno a la medianía juarista

En México existe un mundo de contrastes de desigualdad, principalmente por los sueldos de los funcionarios públicos de cualquiera de los poderes de gobierno en el ámbito federal estatal o municipal.

Los políticos convertidos en una nueva casta de privilegiados y de abusivos del poder, se sitúan en la cima del pedestal de la justicia para devengar salarios, privilegios, bonos y prestaciones, nunca antes imaginados.

Quedó para la historia el principio juarista de la medianía en materia de percepción salarial y ahora ya arriba del poder nadie quiere ganar menos en una franca competencia por quienes se hacen de más ingresos provenientes del erario público.

Se trata de una carrera de voraz ambición y de significativa desigualdad con las grandes mayorías de este país y sobre todo de la ya empobrecida iniciativa privada que venida a menos por los problemas de la baja en los precios del petróleo y la subida del dólar frente al peso, y ahora con los aumentos de un 20 por ciento a los precios de las gasolinas y el traslado respetivo de la inflación a la lógica respuesta de que todo se transporta por las carreteras.

Ahora políticos y periodistas del orden oficial se esmeran en decir que no fue un gasolinazo.

Porque a nadie por inteligente que sea, se puede ir en contra del sentir de la generalidad, entiéndase mayoría de un país, que clama justicia ante un golpe severo a la economía ante la necesidad de aumentar los precios de los energéticos como una medida supuestamente recaudatoria, pero que no lo es, aumento de precios que tampoco es, entonces que digan de que se trata porque la gente cada día se muestra más molesta y enardecida.

Y para sacarle presión al tema de los incrementos a los energéticos, siempre como una medida distractora con el apoyo de la televisión como ha sido siempre, pusieron en el ring que lo fue el programa matutino de Televisa de Carlos Loret de Mola, a debatir a dos columnistas de mucha resonancia nacional.

Se trató del oficialista y acomodaticio, Ricardo Alemán en contra de su colega Ricardo Rapahel. Ambos arriba del ring a defender cada uno en sus posturas.

Ricardo Alemán, con la versión oficial y muy natural del maiceo a defender lo ha dicho como vocero del gobierno federal de que no hay tal gasolinazo y además ya con el script entiéndase guión oficial, a repetir que lo que le pudieron ordenar de condenar a una legión de idiotas, que en una hipótesis aventurada ofende a todos aquellos que creen que la medida va en contra de la economía de las mayorías de este país y además es inflacionaria.

El cinismo y desvergüenza de Ricardo Alemán, lo han llevado hasta lanzarse de cabeza de una altura considerable en aras de defender lo indefendible, pero así es el precio que debe asumir en aras de su oficialismo a ultranza y por supuesto ya carente de toda credibilidad pero arriba de los medios electrónicos o impresos que sirven al sistema con sus clásicos convenios de pago mensual.

Ricardo Raphael, con más objetividad sale en la defensa de las mayorías de este país, pero también con la carencia de su propia credibilidad por los manejos cargados de ideología y que a la postre son parte de abonar a las tareas partidistas y de grupo con fines de futuro político.

Así es, que en un escenario al estilo de “Cachirulo”, ambos columnistas en el ring de Televisa, simularon golpearse, enojarse y hasta ofenderse en aras de quitarle presión al tema de los aumentos de la gasolina, que al final, muchos creen que al final el gobierno tendrá que ceder y dar marcha atrás.

Por cierto, en un video que se ve en las redes sociales, se muestra al presidente Enrique Peña Nieto, haciendo gala de su déficit de atención, hablando a veces incoherencia o tratando de hacer chiste de la circunstancia al mismo estilo que siempre lo hizo Felipe Calderón, cuando había que escuchar todas sus comedias y hasta desvaríos.

Por eso nadie entiende en este país de la abundancia, lo que está pasando, pero lo que sí es una realidad, los políticos se enriquecen a manos llenan y mientras otros no tienen llenadera, la gente pobre y clasemediera empieza a abrir los ojos para mostrar su inconformidad aunque se diga que son una legión de idiotas en forma ofensiva.

Los políticos de este país han encontrado un gran modus vivendi y ya es tiempo de que así como se ponen los salarios mínimos, ya va a ser necesario que se legisle para que se ponga un límite a los salarios máximos y que nadie pueda ganar más que el presidente.

Con esto diputados, senadores, consejeros nacionales del INE, ministros y magistrados, secretarios de gabinete, gobernadores y funcionarios de todos los poderes, ayuntamientos y entes de gobierno, estén bajo un tabulador que no devenguen salarios, bonos y prestaciones exorbitantes. México debe volver a su realidad económica y que los políticos o funcionarios públicos retornen a la politiza juarista.

Así como se está acabando el petróleo, bajo esa premisa ya no hay forma de seguir pagando a los políticos elevados salarios y sobre todo trasladando el costo de sus onerosos servicios a las grandes mayorías de este país, ya muy empobrecidas. Así las cosas.


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