2017-01-20 | 08:58:44

El silencio se convierte en cómplice Están de acuerdo los ciudadanos veracruzanos que por razones especiales no se haya capturado al exgobernador Javier Duarte de Ochoa porque huyó del estado de Veracruz, pero
de los demás funcionarios estatales que han sido denunciados y tanto la PGR como la fiscalía general del estado los tienen perfectamente ubicados y no hay un solo detenido.
Si bien al exgobernante veracruzano no saben dónde está y al parecer es protegido por el gobierno federal por la información que posee, pero las autoridades estatales sí saben donde se encuentran los familiares involucrados y los miembros del gabinete duartista que participaron en el saqueo de los recursos públicos que tanto se necesitan.

No hay ninguna explicación de esta impunidad existente

Pasan los días y no se justifica el silencio. Se empieza a especular de cierta complicidad al más alto nivel estatal.
Cuando ocurrieron los actos de vandalismo con motivo del gasolinazo de inmediato actuaron las autoridades locales y siguen detenidos los que cometieron estos delitos. En el caso de los anteriores funcionarios locales no pasa nada.

Los enojones están de moda

Como que está de moda el mal carácter de la clase política y al parecer a pesar de ser buenos funcionarios y que realizan una buena labor se les critica y lo rechazan como es el caso de la escritora Guadalupe Loaeza al valorar
al posicionado candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Ella asegura que su sectarismo y lo enojón lo califican como el Trump mexicano.
Por otra parte, dice que fue un magnífico jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y el primero en establecer las pensiones a los adultos mayores y una buena parte de políticas sociales que están vigentes.
Loaeza Tovar afirma que la gente está harta de las promesas incumplidas del PRI, PAN y PRD y la única opción es Morena.
El gobernador Yunes Linares también tiene su singular carácter.

El viernes negro para el mundo

Hoy será considerado por México y otros países del mundo como el vienes negro por la asunción al poder de los Estados Unidos de Donald Trump. Los que lo conocen saben que no era así. Era tan solo un megalómano ment iroso de Manhattan y un fracasado operador de casinos. Una persona que le gusta pelearse con todos quien pasó de un bufón estridente a una amenaza mundial. Un multimillonario norteamericano que pretende convertirse en el guardián del orden mundial. Hombre de un ego rampante con fondos holgados y más necesidad de atención que un recién nacido.
Su vulgaridad irrefrenable que no conoce límites. Capaz de juzgar a su exesposa en la radio: “buenas tetas, cero sesos”.
Jorge Ramos, el periodista mexicano de mayor éxito en los Estados Unidos escribió: “El error fue de nosotros, no de Donald Trump.
“Trump nunca dudó que podría ser presidente de Estados Unidos. Nosotros sí. El error fue creer que estábamos frente a un payaso, frente a una caricatura o frente a un fanfarrón y que simplemente iba a desaparecer por nuestro enorme disgusto y rechazo”.
No desapareció.