2017-01-29 | 21:40:20

Entre inconformidades y divisionismo llega Renato a “dirigir” al PRI

• Soberbio el nuevo líder, niega saludos


Magda Zayas Muñoz @magzamu

Renato Alarcón Guevara, quién apenas hace unas horas renunció a la delegación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) llegó ayer como Dirigente Estatal del PRI, sin representar la unidad esperada, por el contrario, permanece el divisionismo, el enojo y la apatía de la militancia.

Ayer los priistas expresaron que se nota al nuevo dirigente, soberbio y frívolo, sin rasgo alguno de humildad, así es que, la unidad sigue siendo el talón de Aquiles del priismo veracruzano y es que, lejos de lo que se diga, la realidad está ahí, en las acciones que mostraron un evento alejado de ese bullicio y algarabia priista que les caracterizaba en sus buenos tiempos.

Y es que además de los “trapitos” que le puedan evidenciar en breve al nuevo líder- como parte de ese divisionismo y guerra sucia que existe al interior- cabe precisar que el personaje priista fue denunciado recientemente ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE) y la Secretaría de la Función Pública (SFP), por realizar proselitismo político en favor propio y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en horario oficial y dentro del despliegue de actividades propias de su encargo.

Al mismo tiempo, fue promovida una queja ante la Dirección General del Issste, y su Órgano de Control, alegando que la acción de Alarcón Guevara se puede traducir también como una promoción personalizada y uso parcial de recursos públicos, es decir que, según el escrito de la querella, prácticamente el hoy ex delegado, usaba el cargo público en busca de su crecimiento político y aspirando a la alcaldía xalapeña.

Se sabe que a Renato le canjearon la candidatura a la presidencia municipal por la Dirigencia, pues los propios priistas han advertido que sería una burla que llegue a “dirigir” el partido, unos cuantos días para luego irse a buscar la alcaldía “el partido no está para eso” advirtieron los militantes inconformes con la crisis por la que atraviesa su instituto político.

Lejos de la determinación de las autoridades competentes ante la denuncia presentada, habrá que observar cuál es el desempeño de Renato y por supuesto la empatía con los priistas, pues apenas ayer ocurrió el primer incidente cuando el líder la CNC en Veracruz, Juan Carlos Molina Palacios, no saludo al hoy “líder”, durante su toma de protesta.
Juan Carlos Molina Palacios saludaba a los personajes que se encontraban en el presidium mientras avanzaba para llegar al lugar que le había sido asignado; se detuvo a dialogar con el senador Pepe Yunes y al momento de pasar frente de Alarcón Guevara y observar que este no hizo el intento por darle la mano, el cenecista se saltó el saludo y se dirigió hacia la delegada del Comité Ejecutivo Nacional, Lorena Martínez Rodríguez, quién de inmediato estiró su mano para saludarlo.
Se pueden vestir muchas interpretaciones, lo cierto es que claramente se pudiera interpretar que el desaire se dio de parte de Alarcón Guevara quien por los visto no lleva la intención de sumar y se mantiene altivo y orgulloso; seguramente la descortesía con el líder se dio puesto que el ex Subsecretario de Gobierno Marlon Ramírez declaró que la CNC lo respaldaba a él y no a Renato para llegar a dirigir al PRI.
Otro inconveniente al interior es la inconformidad que prevalece con la Secretaría General del PRI, Regina Vázquez Saud quien se ha negado en renunciar al cargo; horas antes de la toma de protesta del ex delegado, Marlon Ramírez adelantó que ante la evidente imposición de su partido se podría propiciar una desbandada pues existe mucha inconformidad al interior, en lo que a él respecta dijo que analiza la posibilidad de renunciar a la militancia tricolor.
La opinión generalizada, refirió, es que urge la llegada de un personaje reconocido y que lleve al partido a la unidad y no a la discordia como seguramente –dio a entender- lo hará Alarcón; así las cosas en el Revolucionario Institucional donde la unidad no llega y la derrota de avisora para un partido desgastado y dividido. ¡Así las cosas en Veracruz!