2017-02-02 | 21:42:23

La política como negocio

Sabe usted por qué no ha caído ningún pez gordo de los gobiernos de Fidel Herrera y de Javier Duarte de Ochoa, la única explicación es que hubo buenas y fructíferas negociaciones donde solamente se encerró a un funcionario de medio nivel como es el caso del director del Seguro Popular, señor Leonel Bustos porque no pudo pagar lo que se le exigió a cambio de no pisar la cárcel, hasta que cubrió la cuota que le habían exigido y pudo recuperar la libertad.
Esta especulación financiera se maneja en diversas esferas oficiales.
Una fuente de reconocido político panista asegura que ningún funcionario de alto nivel de las dos anteriores administraciones será enjuiciado porque se les exige un elevado pago para desaparecer los expedientes y puedan disfrutar tranquilamente en libertad y se llega al grado que dentro de estos protegidos por los gobiernos se encuentra el propio exgobernador Javier Duarte de Ochoa, que tuvo que pagar una suma de nueve cifras para que no se le molestara en el confortable refugio que escogió, acompañado de su esposa y muy pronto estará la familia completa, incluidos los suegros refugiados en Chiapas.
Con el fin de que no llegue la justicia y siga la impunidad, se seleccionó a un fiscal no muy avezado en argucias legales. Existe en la Escuela Libre de Derecho un curso intensivo sobre este tema cómo anular amparos tan socorridos por los funcionarios duartistas que auxiliaría al abogado Jorge Winckler en su compleja tarea de bloquear sobornos y lograr que no evaden el castigo penal.
El gobierno estatal siguió la misma escuela del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, meter miedo para negociar, eso aparece en el único libro que ha leído y escrito el empresario norteamericano que vive en la Casa Blanca.
El origen libanés es de comerciantes, no se olvida la seria advertencia del gobernador Yunes Linares que haría declaraciones que cimbrarían al país y al parecer lo supo negociar muy bien con el gobierno de Peña Nieto y supo guardar lo que sabía.
Desde que estaba en el PRI en la Cámara de Diputados Federales al lado de la profesora Elba Esther Gordillo, hubo que hacer componendas y disimulos para lograr los puestos relevantes con los gobiernos del PAN hasta alcanzar la codiciada dirección general del ISSSTE. Nunca se ha puesto en duda la habilidad y destreza negociadora del abogado Yunes Linares para escalar importantes cargos como secretario de Gobierno y prácticamente la de vicegobernador con el siempre ausente Patricio Chirinos y con las administraciones federales de Vicente Fox y Felipe Calderón en las delicadas áreas de seguridad nacional.
Sus buenas relaciones se remontan con el gobierno priista de Rafael Hernández Ochoa. Con el único que hubo rompimiento fue con don Agustín Acosta Lagunes e Ignacio Morales Lechuga.
La política en nuestro país es el complejo arte de hacer buenos negocios, de allí el interés de llegar a los puestos gubernamentales como ejecutivos importantes, sin importar lo que cueste. Es como vivir adentro de una caja fuerte de una rica institución bancaria.
Ningún empresario en el mundo podría lograr las millonarias utilidades obtenidas como las de gobernar a un estado como el de Veracruz.