miércoles, 05 de junio del 2024
 
Por Jair Robles
Columna: Trump contra los medios
Trump contra los medios
2017-02-12 | 09:53:07
2o round
Cada día se vuelve más evidente la confrontación que existe entre la mayoría de los medios más influyentes en los Estados Unidos y la administración del Presidente Donald Trump.
Con la excepción del canal de noticias de la cadena FOX, en este conflicto se pueden incluir la cadena de noticias por cable CNN, CNBC y Univisión, así como las cadenas nacionales ABC, CBS y NBC, y los periódicos de mayor circulación como el New York Times, The Washington Post y USA Today.
En el pasado la confrontación se daba entre los medios identificados con los sectores conservadores y afines al partido Republicano, con la administración del Presidente Obama, pero estos medios salvo FOX -hoy en día el canal informativo de mayor audiencia en los Estados Unidos-, eran en su mayoría programas de radio o noticieros por internet y con audiencias bien delimitadas.
Esta confrontación ha sido alimentada en gran medida por el propio presidente americano, que desde su campaña se dedicó a denunciar y menospreciar el trabajo periodístico de estos medios, acusándolos de propagar noticias falsas (fake news).
Pero también es un reflejo de una división dentro de la misma sociedad norteamericana. Un sector muy importante de esta sociedad ha perdido la confianza en los medios tradicionales de comunicación cuya propiedad se ha ido consolidando en unos cuantos grandes conglomerados que controlan una gran variedad de negocios a nivel mundial.
Para ciertos sectores de la sociedad norteamericana, tanto conservadores como liberales, es conocido que estos medios más que representar a una prensa libre y crítica, son instrumentos de manipulación social enfocados a proteger los intereses económicos de las corporaciones a las que pertenecen y su relación con el poder político se rige por estos mismos intereses.
Por como funciona el sistema electoral norteamericano, esta confrontación y la división que subyace a nivel social, no fue suficiente para derrotar al entonces candidato republicano. Su estrategia le permitió ganar en donde tenía que ganar para obtener los votos suficientes del colegio electoral aún sin ganar la mayoría absoluta en el voto popular.
Donald Trump no es una persona ajena o confrontada con estos grupos desde el punto de vista de los intereses que persiguen, al final de cuentas todos son empresarios, pero si vino a demostrarles que se puede acceder al poder político sin la necesidad de pactar con estos intereses.
Esta victoria sorprendió a todos pero sobre todo generó gran sorpresa y alarma entre el grupo de comunicadores y periodistas que hasta hace poco se creían ser los más influyentes en la formación de opiniones.
Hace poco más de un año la revista Time tenía en su portada al periodista y conductor del noticiero estelar de la cadena Univisión, Jorge Ramos. El artículo de ese entonces lo calificaba como uno de las personas más influyentes en el país que mucha gente no conocía.
Jorge Ramos era y quizás siga siendo el conductor de noticieros con mayor rating en los Estados Unidos, ya que su programa es visto por todos los latinos que viven en ese país.
El afirmaba que ningún candidato podría ganar sin el voto latino y probablemente se creía tan importante que a comienzos de la campaña de Trump, trató de confrontarlo durante una conferencia de prensa, de la cuál fue sacado a empellones por miembros del equipo de seguridad del candidato.
Hoy nos ha quedado claro que la teoría del Señor Ramos hasta este momento aún no es correcta, quizás y dentro de veinte años cuando la población latina sea aún mayor, se podrá afirmar que no se puede ganar la presidencia de los Estados Unidos sin el voto latino. Y que correr al conductor estrella de un acto de campaña, sería un grave error.
El proceso electoral ya pasó, pero la confrontación sigue. Es muy pronto para conocer quien va ganando el juego de las percepciones ante la opinión pública. El comienzo de la administración Trump ha sido algo tortuosa y se podría decir que hasta torpe.
Esto esta siendo capitalizado día tras día por los medios que tanto en los noticieros como en los programas de entretenimiento nocturnos se dedican a criticarlo constantemente.
Sin embargo la gente que en su momento apoyó a Trump siguen fascinados con él, porque aunque sea de manera torpe, ellos perciben que lo que esta haciendo es cumplir con sus promesas de campaña, algo que del lado que se le quiera ver resulta refrescante a diferencia de lo que nos tienen acostumbrados los políticos de carrera, que por lo general dicen una cosa y hacen lo contrario.
Los miembros del Partido Demócrata tienen muy poco margen de maniobra mientras sean minoría en el Congreso y el Senado. Su esperanza esta en poder recuperar la mayoría en el Senado dentro de dos años, para a partir de ahí tratar de frenar la agenda conservadora impulsada por los republicanos.
Dentro de poco comenzaran a darse a conocer las primeras encuestas que indiquen si la popularidad del Presidente Trump ha comenzado a caer o si se mantendrá en los mismos niveles. En la medida que vaya perdiendo el apoyo de su base, comenzaran a surgir mayores críticas dentro del mismo partido Republicano y le será más complicado implementar sus políticas públicas.
Si este apoyo no se reduce de manera significativa en los siguientes meses, entonces estaríamos presenciando la segunda derrota consecutiva de los grandes medios norteamericanos ante Donald Trump y el principio del fin de su capacidad de influencia para manipular a la sociedad norteamericana.


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