2017-02-15 | 10:28:23

En este año electoral no hay nada nuevo, más bien las mismas escenas de siempre, empeoradas y magnificadas. Una de ellas es el recurso barato de presumir la deserción de militantes de otros partidos y su presunta adhesión al del declarante, dizque como señal de debilidad del rival y fortaleza del que fanfarronea simpatías ajenas.

Panistas ya empezaron a pregonar que militantes del partido MORENA desertaron del partido fundado por Andrés Manuel López Obrador para sumarse a las filas blanquiazules en Xalapa.

Es la misma treta usada con un diputado de cuyo nombre no quiero acordarme, o mejor dicho, nadie puede acordarse porque nada significó. De ese calibre son los daños azules a sus opositores.


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Y hablando de opositores al PAN, los que están furiosos son los priistas de la ciudad de Veracruz. Su presidente Raúl Díaz Diez criticó la propuesta de que Luis Alberto Martín Capistrán presida el consejo municipal del Organismo Público Local Electoral en la elección de alcaldes 2017.

Y no es para menos. En esta ocasión el priista tiene razón pues a Martín Capistrán se le relaciona muy directamente con Acción Nacional, ya que en un tiempo se le mencionó como prospecto para una candidatura como legislador, que no cuajó.

Nada hay de malo en que el académico simpatice con un partido. Pero el OPLE debe garantizar la imparcialidad de sus representantes ante el electorado, sobre todo en estos tiempos de desconfianza en varias instituciones públicas.


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El que empieza a convertirse en el enemigo número uno de todos los partidos y prospectos a las candidaturas en la ciudad de Veracruz es el senador Fernando Yunes Márquez. Y no es que haya algo personal contra él ni que carezca de méritos para aspirar a gobernar a los jarochos.

Su inconveniente es que se le empieza a etiquetar como una imposición desde el gobierno estatal y de las canonjías de lo que el exgobernador Fidel Herrera Beltrán llamó “el pinche poder”.

Nadie duda de la capacidad, la formación profesional, la preparación política y los pasos legislativos que ha dado el joven senador Fernando Yunes. El pero es que difícilmente podrá quitarse el estigma de la imposición.

Y aunque ganara la contienda interna, que así se avizora por las buenas o las malas, y también la elección constitucional del domingo 4 de junio, pesará más ese estigma que el posible logro en las urnas.


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El que una empresa refresquera le dé la espalda al Carnaval de Veracruz debería ser motivo de reflexión sobre la conveniencia de voltear en lo sucesivo hacia otros lados y no casarse con nadie, como ocurrió en los últimos años.

Curiosamente, con el arribo del panismo al ayuntamiento de Veracruz empezaron los monopolios en muchos sectores, y las fiestas carnestolendas fueron uno de ellos.

Para muestra bastan dos botones: la contratación de la empresa AMSA para las gradas metálicas que antes no se usaban en el carnaval, y la exclusividad con una empresa cervecera y una refresquera.

A ello se suma la nula transparencia en los ingresos y egresos por permisos y uso de los recursos recaudados cada año. Y que al terminar la racha azul, los gobiernos rojos tampoco hicieron nada para poner fin a esa situación. Por algo habrá sido.

Mucho trabajo tendrá Luis Antonio Pérez Fraga para enderezar el barco. Lo malo es que el próximo año, de regresar el panismo al poder nadie garantiza que no se volverá a los monopolios de la “modernidad” y la “eficiencia administrativa”.


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La que de plano se sinceró fue la secretaria de Finanzas y Planeación, Clementina Guerrero García, quien ante un grupo de alcaldes reveló que varios de los anuncios de esta naciente administración solamente han sido mediáticos.

Y es que uno de los ediles le sugirió que le pagaran a los alcaldes sus recursos que les adeudan con parte de lo que han ido recuperando con apoyo del gobierno federal a través de la PGR.

A ello la funcionaria contestó que no podía porque ese dinero anunciado no todo venia en efectivo, sino que había venido una buena parte en especie.

No obstante, ahora que recuperaron 722 millones de pesos en efectivo, la funcionaria tendrá que usar otros argumentos para no empezar a abonarle a los presidentes municipales el dinero que les deben por concepto de diversos fondos.


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En buen lío metieron al gobierno del estado con la utilización de la fuerza pública en un predio de Vergara Tarimoya, tumbando las casas a más de 120 familias que hoy no tienen un techo bajo el cual dormir ni nada para satisfacer sus necesidades básicas.

El juez que pidió la intervención de la fuerza policiaca deberá responder por todos los daños causados a los habitantes pobres que se encontraban asentados en el predio de 2 hectáreas.

El desalojo no procedía, debido a que el juicio tenía 15 años y había prescrito. Ahora hombres y mujeres viven un calvario ante semejante atropello cometido hace unos días. Duermen al aire libre a merced de los insectos y con el riesgo de contraer enfermedades.