2017-03-13 | 20:56:42

La desaparición de periódicos

En el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares es donde más medios informativos han desaparecido, todo lo contrario a lo ocurrido con las administraciones de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, donde surgieron numerosas publicaciones católicas, empresas fantasmas y medios virtuales como si se repartieran placas de taxis.
Singulares contrastes en el manejo mediático tanto de los políticos panistas como de los priistas. Es la ciudad de Xalapa donde este fenómeno se refleja en forma más seria por considerar a la ciudad capital como la principal fuente generadora de noticias.
La razón principal es que la mayoría de los medios dependían de los ingresos que recibían del gobierno a través de convenios, es justo recordar que los únicos periódicos que se mantuvieron durante todo el sexenio de Patricio Chirinos como gobernador y Miguel Yunes Linares como secretario de Gobierno son el Diario del Istmo en Coatzacoalcos y el periódico Sur, ahora Imagen en el puerto de Veracruz y, no obstante que no recibían un solo peso de publicidad de los gobiernos priistas del estado y la Federación se emprendió una persecución fiscal, no se explicaban cómo era que estos impresos se sostenían sin dinero proveniente de los impuestos públicos. Al ver que las empresas si cumplían con sus obligaciones hacendarias entonces iniciaron una investigación en contra de los propietarios, quienes sí son periodistas por haber estudiado esta profesión en la universidad y habían ejercido este oficio como empleados tanto desde reporteros hasta directores en medios nacionales y estatales.
Veracruz tenía fama de que todos los que nacían en la entidad se sentían políticos y ahora se creen reporteros. Periodistas son aquellas personas que se equivocaron de carrera.

Cuando te sacan la tarjeta roja

Me parecía extraño que pasaran los dos primeros meses del año y no me llamaran a la dirección del periódico y la jefa de redacción cuando pasaba frente a mi cubículo hacía como que no existiera. Alguna parte de mi cerebro me llevó a cálculos instantáneos y antes de que se produjera algún tipo de pensamiento consciente sentí una súbita sensación de sudor en las manos, algo se tramaba…
Al pobre Maquiavelo lo mandaban a una extraña y compleja misión periodística precisamente cuando se iba a iniciar la primavera y querían al reportero decano fuera del estado de Veracruz ante los inminentes destapes de los alcaldes. Esa particular sensación de cuando uno estorba o que no está invitado.
Como siempre, me daban el artificial y engañoso motivo que la inteligencia emocional tiene más importancia que las habilidades técnicas y analíticas. Nuevamente ponían en riesgo mi capacidad de sobrevivir en el turbulento mercado del trabajo informativo, el sobado pretexto de que como había trabajado tantos años en la ciudad de México me comisionaban a reportear en las sedes partidistas y sabía que camiones tomar. ¡Dígame usted!
La sobada triquiñuela del ahorro de taxis, y por lo tanto, me daban los raquíticos recursos que ha sido la norma de los directivos de este medio.
Esta es la consabida excusa de que la columna de Maquiavelo no se publicará durante varios días de este mes.