2017-03-31 | 09:27:16

Como si se hubieran puesto de acuerdo los tres partidos políticos considerados como los mayoritarios, se han desmoronado en el presente año, si bien las causas provienen de lo pasado. Lo ocurrido en el 2017 es notable ver el crecimiento de su desprestigio ante la sociedad mexicana.

Primero se habló del PRI con dos gobernadores en fuga y con órdenes de aprehensión, en forma coincidente, ambos se apellidan Duarte. El presidente Peña Nieto con el mayor porcentaje de desaprobación en la historia de los mandatarios y con una estela de corrupción aunado al índice de violencia y la cantidad de cientos de miles de víctimas provocada por la falta de una estrategia definida para combatir al crimen organizado.

Su candidato al Estado de México, Alfredo del Mazo con el sello familiar sin oportunidad de competir.

Con el PAN el derrumbamiento causado por su último presidente en el gobierno federal, que ha sido acusado desde ratero de las elecciones en que asumió el poder, hasta sus debilidades por el alcoholismo. Su candidata y esposa, Margarita Zavala, persona que nunca ha ganado una elección y que todos sus puestos han sido por la vía plurinominal, al igual que su aspirante a la gubernatura por el Estado de México, Josefina Vázquez Mota, con denuncias de lavado de dinero a sus familiares y la falta de comprobación de mil millones que le ha entregado el gobierno federal.

Del PRD no solo se puede hablar del hundimiento como partido político sino el éxodo de todas sus figuras de relieve, el único que les quedaba era el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien no está afiliado a las siglas del bien posicionado sol azteca del pasado.

La pobre de la lideresa nacional Alejandra Barrales, quien hiciera un brillante papel como dirigente del sindicato de aeromozas, se encuentra en la total desesperación al ver que el partido político que dirige está a punto de la desaparición.

El cataclismo político provocado por sus senadores aceleraron el despeñadero al que venía con el grupo de ‘Los Chuchos’. De su candidato al Estado de México, Juan Céspedes, está consciente que su partido ahora se encuentra entre la llamada “chiquillada” que solo sirven de comparsas cuando hacen alianzas.

Serán miles de millones de pesos los que se van ahorrar de los impuestos del pueblo mexicano con la desaparición de estos tres partidos políticos. Lo increíble es que sean los propios dirigentes los autores intelectuales y materiales de esta autodestrucción.

Si continúa esta tarea demoledora de los partidos políticos existentes, la única explicación es el surgimiento exponencial de Morena como expresión mayoritaria de un pueblo que estaba harto de la corrupción de sus gobernantes y la grave situación económica que confrontan por la falta de empleos e inseguridad.

Como remate, el arribo de Donald Trump al gobierno estadunidense, quien no oculta el odio a los migrantes y a los habitantes del vecino país con quien colinda la mayor línea fronteriza que tiene.