2017-04-06 | 09:27:38

Elementos de seguridad rondan día y noche en torno a este reclusorio, ubicado en la periferia de Coatepec, a escasos kilómetros de Xalapa.

Y es que hasta hoy suman “cuatro peces gordos” atrapados en este penal por la “red” del mandatario en turno.

Un ex gobernador y tres ex secretarios: de Seguridad, Finanzas y Comunicaciones; este último también operó la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV).

Además, un ex Director del Régimen Estatal de Protección Social (Seguro Popular), estuvo recluido 10 días.

Flavino Ríos, Arturo Bermúdez, Mauricio Audirac y Francisco Valencia, son los ex funcionarios recluidos por diversos delitos: delincuencia organizada, enriquecimiento inexplicable, lavado de dinero, abuso de autoridad, peculado, tráfico de influencias, incumplimiento de un deber legal y coalición, entre otros.

Nadie se explica cómo Leonel Bustos pudo salir del penal bajo fianza y continuar su juicio en libertad.

El objetivo central, Javier Duarte, sigue desaparecido y ni los más experimentados “sabuesos” federales lo han ubicado.

La Fiscalía General del Estado podría detener en los próximos días a una ex funcionaria señalada de enriquecimiento inexplicable.

Sería la primera mujer enjuiciada por haber cometido daño al patrimonio estatal.

Veracruz, sufre una de las historias políticas más negras, cruentas y vergonzosas de que se tenga memoria.

El pedacito de patria que sabe sufrir y cantar está desencantado, dañado.

No alcanzan los sortilegios de la música para sublimar y cambiar la condición del único, inconfundible y atormentado lar de políticos corruptos que se enriquecieron de manera escandalosa.

Nunca se imaginaron caer tan bajo, ser exhibidos y que las garras poderosas de la justicia los pusiera en su lugar. Siempre arrogantes, presumiendo lujos con dinero ajeno.

Hoy, cabizbajos, esconden el rostro y lo sustraído.

Veracruz, casi a diario, en las ocho columnas de la prensa nacional.

Un día sí y otro también, los medios de comunicación difunden actos de corrupción, impunidad, inseguridad, levantones, asaltos, secuestros y asesinatos de comunicadores.

El estado está inmerso en una crisis política, financiera y social cuyos efectos se reflejarán --sin duda-- en las elecciones municipales del próximo 4 de junio, y en las presidenciales en 2018.

Ex servidores públicos se “despacharon con la cuchara grande” dejando vacías las arcas del estado; hoy pagan con cárcel su pecado.

Otros, no concilian el sueño; sufren pesadillas severas porque saben que podrían ser detenidos en cualquier momento.

Ya son cuatro los ex funcionarios duartistas presos en Pacho Viejo y dos más que firman cada 15 días por estar vinculados a proceso: Leonel Bustos y el inefable Gabriel Deantes.

Además, hay petición de desafuero en contra de Tarek Abdalá, ex tesorero quien se escuda bajo la investidura de diputado federal.

La Contraloría General del Estado ha presentado 65 denuncias en contra de ex funcionarios de primer nivel y otros mandos menores.

El primer pez gordo en caer en este penal fue Arturo Bermúdez quien pecó de confiado y ahora paga las consecuencias.

Está en la cárcel desde el pasado 5 de febrero, luego de esgrimir algunos amparos que al final no lo salvaron de estar tras las rejas.

Para el mandatario Yunes Linares “el encierro” de ex funcionarios no representa una cacería de brujas, “porque en la decisión de proceder, está la decisión de no admitir impunidad”.

El presidente Enrique Peña Nieto conoce muy bien el viacrucis que padece Veracruz y el riesgo que tiene su partido, el PRI, de pasar a la tercera posición en las elecciones federales para elegir a su sucesor en 2018.

¡Pobre Veracruz!

Perdió el brillo político y quedó atrapado por el escándalo de la corrupción.