2017-04-09 | 21:09:05

Magda Zayas Muñoz

Y mientras ellos se pelean por un “hueso” nosotros no tenemos para comer

• En Tuxpan un diputado saqueador, se pasea sin vergüenza y sin castigo

Hace apenas unos días, un padre de familia que regalaba comida en la Plaza Lerdo de la ciudad de Xalapa, fue entrevistado por diferentes medios de comunicación, a quien le cuestionaron el motivo de su actuar, desconsolado refería haber sido despedido de su trabajo recientemente y cuando intentó generar ingresos vendiendo tortas en un remolque sujetado de su vehículo, fue detenido por la autoridad impidiéndole continuar con su venta y negándole permiso alguno.

¿De qué voy a vivir entonces, como voy a generar recursos para llevarlos a mi familia? Esa interrogante lanzada a los comunicadores, sin lugar a dudas, caló. En redes sociales circulo la noticia y la reacción de muchos fue asegurar que ante la falta de ingresos, las autoridades orillaban a los ciudadanos a delinquir. ¿Qué hace un padre o una madre de familia desesperado o desesperada al quedarse sin empleo y qué no se le permite ejercer actividades que lo lleven a obtener algunos ingresos?, la respuesta quedo en el aire.

Lo cierto, es que lejos de gobiernos culpables y responsables, al final, dicen los veracruzanos, los más afectados, son siempre los más jodidos, porque muchos de los hoy despedidos no robaron un solo peso, mientras qué, aquellos que se llenaron los bolsillos y se enriquecieron al amparo de su amigo el ex Gobernador, al igual que él, son prófugos, otros en el descaro total, se pasean con cargos públicos o de representación popular y “han vuelto para pedir el voto”.

Un “clavado” por las dependencias estatales, reflejaría qué muchos de los qué si “se llevaron tajada del pastel” ahí continúan y mientras muchos ciudadanos y familias que votaron por el cambio se truenan los dedos, además de arrepentidos, preocupados por la falta de ingresos ¿qué hacemos ahora? es la pregunta. “No se trata de partidos políticos, se trata de personas que están pagando los platos rotos de un juego de poderes”.

Da coraje, dice una joven madre de familia, al referirse a un diputado federal, que goza de las mieles del poder y se pasea por su municipio, Tuxpan, en total impunidad, colgándose de las obras del ayuntamiento, intentando permanecer por tiempo indefinido “ a la ubre” ¿y él porque no va a prisión? interroga un poco molesta a quien esto escribe, pues asegura que él es uno de esos cercanos a Javier Duarte qué robo y se benefició con su amigo y ahora no sólo lo niega, sino que, con mucho dinero y poder, se sigue burlando de sus paisanos.

Se refiere a Alberto Silva mejor conocido como “El cisne”, ese cuya trayectoria “es más qué conocida aquí en Tuxpan, pero no pasa nada, sigue ahí como si nada” ¿qué hace un ciudadano que vive de su sueldo desempleado y un corrupto diputado en libertad, gozando de todo eso que se robó y no le pertenecía? “Discúlpeme pero allá en mi municipio hay mucho enojo. No importa que partido, ellos se pelean por el hueso, mientras uno no tiene ni para comer”

Congruencia es lo que falta al actual gobierno y pide guardar su nombre porque tiene miedo, miedo a qué la crítica duela y quieran lastimarla. Un encuentro en una terminal de autobuses, sin duda, puede propiciar una noticia. Queda claro, cada uno de nosotros, cada uno de ellos, de ustedes, es noticia, tiene mucho que decir, solo necesita ser escuchado.

Entonces dígame ¿si es posible qué, si ya cayeron algunos en las rejas, también se lleven a los que hoy presumen que son diputados locales o federales, gracias a Javier Duarte, aunque hoy lo desconozcan? “Son lo que son, con dinero robado, dinero nuestro y nos quieren seguir viendo la cara. Si yo lo vuelvo a ver por allá con su sonrisa falsa no me voy a aguantar más y le gritare a la cara lo corrupto y mentiroso que es, haber sino me manda a la carcél por eso”.

¿Sabe cuál es el problema? Interroga y contesto ¿Cuál? Qué estos cínicos creen que no tenemos memoria. Así el sentir de miles de ciudadanos; la sociedad está tan molesta que no necesita un periodista de frente para mostrar su descontento, basta un taxista, un chofer de autobús, una butaca en el parque, alguien con un libro en mano en una terminal camionera, interrumpido de tajo y que quiera escuchar a una sociedad fastidiada de ser siempre la qué se lleva la peor parte y sigue siendo la más jodida. Y es que ellos, los políticos saben, qué aún perdiendo ganan, ¡siempre ganan!

Este diálogo me llevo a recordar que apenas hace unos días, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) ubican a Veracruz con una tasa de desempleo del 34 por ciento, aunque para el Servicio Nacional de Empleo (SNE) la realidad es mucho más alarmante, pues según su percepción de la demanda existente, refleja un incremento de desempleo de un 40 por ciento, diariamente más de 40 veracruzanos buscan la manera de emplearse para llevar lo básico a sus hogares. ¡Así la realidad en nuestro Veracruz!