2017-04-25 | 08:58:20

Es inaudito que hace unos días, en referencia a las críticas –como las que contiene este artículo- respecto al proceso de captura de JDO, el Presidente EPN haya señalado a los periodistas que lo acompañaban en un acto en la residencia oficial de “los Pinos” que (a los mexicanos) “ningún chile nos embona”(sic), a pesar de que hay 3 exgobernador priistas prófugos, están intactas las redes de corrupción de su partido, de su gobierno que en voz de Alberto Elías Beltrán, Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República, dependencia a cargo del Raúl Cervantes Andrade, amigo y empleado personal de EPN, señaló que la familia de JDO podía irse legalmente del País sin ser molestados pues “no hemos verificado que ella -Karime Macías de Duarte- haya recibido recursos federales en sus cuentas o que tenga dentro de su patrimonio activos que estén relacionados con los recursos que se desfalcaron en Veracruz”(sic), siendo que múltiples, documentadas investigaciones periodísticas y denuncias de la FGEV han comprobado el papel protagónico que la esposa de JDO, su familia, prestanombres y aliados tuvieron en la creación de decenas de empresas fantasmas que saquearon de la manera más vulgar, más descarada, 3,500 millones de dólares a los veracruzanos, según un cálculo difundido por MAYL - Gobernador de Veracruz - este fin de semana al periodista Jorge Ramos Ávalos (Reforma, 23-04-17).

Como si no fuera grosera la rapaz desvergüenza, la falta de respeto a los mexicanos del PRI-Gobierno y no sintiéramos los veracruzanos el agravio directo de la devastación ocasionada por el desgaste institucional; la crisis económica; el monstruoso déficit de las finanzas públicas; la quiebra moral de nuestros gobiernos; la depredación de recursos naturales y humanos; la inseguridad resultado de la corrupción de nuestras autoridades evidenciada por la entrega pactada de JDO; tuvimos que testificar impotentes en tiempo real, a través de redes sociales como Facebook y Twitter, como Karime Macías, su hermano e hijos huyeron a Inglaterra muy sonrientes, para instalarse en un exilio dorado, donde gastarán con total impunidad, los dineros robados a los mexicanos, sin que ninguna autoridad hiciera algo por evitar la fuga de tan peligrosos criminales.

Por si esto fuera poco, la Comisión Instructora de la Cámara de Diputados de mayoría priista aplazó una vez más, la votación del dictamen para el desafuero de Antonio Tarek Abdala Saad, el primero de los cuando menos 6 legisladores federales cómplices de JDO que urge sean desaforados para que enfrenten los procesos judiciales en su contra por fraude, malversación de recursos y delincuencia organizada, por lo que –una vez más- debemos atestiguar sus cínicas sonrisas, sabedores que en nuestro País el aparato de procuración de justicia sirve a intereses políticos y nadie tocará a esos corruptos pues la prioridad de nuestros gobiernos no es servir a los mexicanos, sino ganar elecciones para sus partidos y aliados.

Tal vez lo más absurdo considerando los tiempos que corren, es que también hemos tenido que presenciar con incredulidad el injustificable hecho de que, el tan presumido “Sistema Nacional Anticorrupción” no haya sido implementado en los tiempos señalados por las reformas constitucionales propuestas por el propio EPN pues el Senado -que gobierna una mayoría de su partido político- no se ha dado a la tarea de elegir al titular de la “Fiscalía Especial Anticorrupción” encargada de perseguir y castigar los delitos de los servidores públicos delincuentes que infestan los 3 niveles de la administración pública.

Pero aún sí, EPN se queja de que a los mexicanos “ningún chile nos embona” expresión que además de alburera, corriente e impropia de su cargo, reitera que su verdadero problema es que “no entiende que no entiende” que es incapacidad de poner los pies en la tierra, pues EPN considera que los ciudadanos no lo comprendemos, no valoramos con justicia la “excelencia” y “pertinencia” de sus esfuerzos y los de su gobierno. Carajo, lo que hay que oír en este México de hoy.

Ante el homicidio, la desaparición de miles de mexicanos víctimas de los errores estratégicos de la guerra contra la delincuencia; de la corrupción y la impunidad cotidianas; de la represión a críticos y periodistas; debe quedarnos claro que a grandes males grandes remedios.

La única manera que tenemos quienes desconfiamos de los políticos y sus partidos es organizarnos para con la fuerza de nuestro voto útil, imponer en forma legal y pacífica un verdadero cambio de régimen, más allá de las rutinarias alternancias entre el PRI, el PAN, PRD y aliados.

Habrá que responsabilizarse -pues como ha quedado claro en el caso JDO- a los políticos sólo importan sus intereses personales, familiares y los de sus incondicionales.