2017-05-11 | 09:47:29

El presidente Enrique Peña Nieto tiene la mira política puesta en su estado natal.

Y es que no puede conciliar el sueño porque las encuestas realizadas en tierra mexiquense dan un empate técnico entre MORENA y el PRI.

Delfina Gómez, pese a la guerra sucia que le han endilgado, se sostiene en el primer sitio con un 29 por ciento de la intención del voto.

Alfredo del Mazo, con todo el poder político y económico a su favor, lo secunda con un 28 por ciento. Además, arrastra el peso de la corrupción e impunidad de su partido.

Y Josefina Vázquez Mota aparece rezagada con un 22 por ciento, gracias a las divisiones y pugnas internas escenificadas por Felipe Calderón y Ricardo Anaya.

Éstos andan agarrados del “chongo” por la sucesión en 2018, lo que daña a la aspirante blanquiazul.

Calderón, ha expresado que de persistir una actitud hostil hacia su esposa Margarita, podría abandonar su partido.

El político michoacano perdió el liderazgo del PAN desde que estaba en Los Pinos, y se convirtió en un lastre evidente en su afán de hacer de su cónyuge la candidata presidencial.

Sí las izquierdas estuvieran unidas lograrían un triunfo fácil, contundente el próximo 4 de junio en Edomex y otras entidades del país.

El tufo de una posible victoria de MORENA ha provocado un éxodo de perredistas hacia la agrupación que encabeza “El Peje”.

El propio Andrés Manuel convocó a dirigentes de izquierda (MC, PRD y PT) a sumarse con Delfina Gómez, y que tienen pocos días para definir este exhorto.

Estos comicios representan “La joya de la corona”, el orgullo de un PRI que ha dominado durante nueve décadas en tierra mexiquense y que ahora lucha por prevalecer en el trono.

Son, además, la antesala de un retrato hablado de lo que podría ser el escenario en la elección presidencial en 2018.

Y en una campaña tan corta es difícil revertir la intención del voto.

Por eso hay alerta roja en Los Pinos.

Peña Nieto ha dado instrucciones precisas para que toda la maquinaria político-electoral del Gobierno Federal, se centre en tierra mexiquense.

No todo es color de rosa en la habitación principal de la Casa Blanca, donde una Gaviota intenta consolar a su marido, quien sudoroso sufre pesadillas constantes por un posible escenario adverso.

Por eso, con frecuencia, el mandatario resbala y “pierde el piso” en sus actividades cotidianas.

En sus prolongados discursos desliza ocurrencias impropias de un Jefe de Estado:

Ningún Presidente se levanta pensando “en cómo joder a México”

“En corrupción, nadie puede arrojar la primera piedra”.

Y “no hay chile que les embone”.

Estas expresiones denotan una actitud de enojo e incomodidad del Ejecutivo.

Da a entender que sus estrategias no han dado los resultados esperados.

Peña Nieto empezó a medir el pulso de su declive político, cuando anunció unas medidas de transparencia en su gobierno, y expresó a los reporteros: “Ya sé que no aplauden”.

Ante ese escenario, en Veracruz MORENA ha adquirido un potencial político sin precedentes, sobre todo en los ayuntamientos más importantes de la entidad.

El PRI, lastimado por la corruptela cometida por el exgobernador Javier Duarte, está condenado a una tercera posición.

Las encuestas más recientes le dan un 16.72 en las intenciones del voto.

En fin, si “El Peje” logra unir a las izquierdas en torno a la candidatura de Delfina Gómez, MORENA tendrá un pie en la puerta de Los Pinos en 2018 o de Palacio Nacional, que es la obsesión de Andrés Manuel.