2017-05-12 | 09:31:26

Después de la elección municipal de junio próximo, la atención de la opinión pública virará hacia la Universidad Veracruzana, donde estará en su apogeo el proceso interno mediante el cual la H. Junta de Gobierno, integrada por nueve notables, elegirá a un nuevo rector o ratificará a la doctora Sara Ladrón de Guevara.

A diferencia de los primeros dos exrectores de la era autónoma de la UV, Víctor Arredondo Álvarez (1997-2004) y Raúl Arias Lovillo (2004-2013), que en su momento lograron reelegirse para un segundo periodo consecutivo sin mayor problema, en esta ocasión el escenario luce mucho más complicado para Ladrón de Guevara.

Este proceso electivo ha comenzado a generar entre la comunidad universitaria más efervescencia que en 2001 y 2009, cuando fueron reelectos Arredondo y Arias. Por ejemplo, a finales de marzo pasado, los miembros de la H. Junta Académica de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación salieron a aclarar una nota periodística con declaraciones que a título personal había hecho a favor de la rectora el director de la FACICO, Marco Agustín Malpica Rivera, pero cuyo encabezado inducía erróneamente que los catedráticos de dicha Facultad también la respaldaban.

Los académicos manifestaron su “respeto a las opiniones políticas individuales de todos y cada uno de los miembros de la comunidad universitaria”, pero puntualizaron que “no deben existir decisiones corporativas en nuestros procesos políticos internos”, dejando en claro que, en el caso de la FACICO, “la única instancia que puede pronunciarse de manera colectiva es la Junta Académica”.

Buena parte de la comunidad universitaria, muy irritada por el desfalco de 2 mil 300 millones de pesos que se acumuló en la UV por la retención y desvío del subsidio federal durante el gobierno priista de Javier Duarte, ahora ve con justificado enojo que la nueva administración del panista Miguel Ángel Yunes Linares no les garantice resarcir la millonaria deuda duartista pese al decisivo apoyo que recibió de los universitarios en el proceso electoral de 2016, el cual solo ha compensado hasta el momento con la incorporación a su gabinete de algunos excolaboradores de la rectora Ladrón de Guevara, como fue el caso de su exsecretaria de Administración y Finanzas, Clementina Guerrero, ratificada por el mandatario estatal del PAN como titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).

El último evento público en el que estuvieron juntos Yunes y la rectora fue el lunes 20 de marzo, en la inauguración del “Puente de la Juventud”, una vía ciclopeatonal gestionada por el Ayuntamiento de Xalapa que conecta a escuelas y a la zona de Rectoría con la USBI.

Pero ni Yunes ni Ladrón de Guevara hicieron alusión a la megadeuda institucional que el gobierno del estado mantiene con la UV.

El problema de la rectora es que cada vez parece alejarse políticamente más del mandatario panista, quien, según trascendió, estaría muy molesto por sus coqueteos con el partido de Andrés Manuel López Obrador, al que Yunes está combatiendo rabiosamente.

Y es que, según trascendió, Yunes habría considerado una traición que la rectora permitiera que Ivonne Cisneros, directora de Recursos Humanos en la UV, aceptara la candidatura a síndica por MORENA en Xalapa, y que además invitara a la reciente Feria Internacional del Libro Universitario al senador lopezobradorista, Manuel Bartlett Díaz, quien tras la presentación del libro “El fraude de la Reforma Educativa, reflexión crítica”, declaró que en Veracruz “no sabes cuál es el gobernador más bandido, si el que se fue o el que se quedó, y lo digo con los pelos en la mano”.