2017-05-19 | 10:03:28

En la repentina detención del líder, que no secretario general del Sindicato Nacional Unidad y Progreso de Tamsa, Pascual Lagunes Ochoa, hay dos lecturas que nadie debe perder de vista.

La primera es que durante 27 años el hombre acumuló una interminable cadena de rencores por el control que tenía del sindicato, del cual se convirtió en un propietario y no en un dirigente. Sólo sus chicharrones tronaban, como reza la expresión coloquial, y nadie podía atreverse a contradecirlo, pues podía pagarlo muy caro.

Recientemente y tras una eterna lucha del grupo contrario encabezado por José Carlos Guevara Moreno más conocido como “el Profe”, obtuvo el fallo a su favor de la autoridad laboral y Pascual Lagunes dejó de ser secretario general, muy a su pesar. Por lo tanto no puede haber una elección de algo que ya está cantado y consumado.

Además pesaban muchas denuncias públicas contra él y hasta se llegó a hablar de situaciones escabrosas con olor fúnebre. Vaya usted a saber.

La otra no es menos extraña, pues al margen de lo que Pascual Lagunes haya sido como persona y como líder de un gremio durante casi tres décadas, su detención parece ser la cadena de varios líderes, no siempre sindicales, ligados al PRI, a unos días de la elección de alcaldes en la ciudad de Veracruz.

Nadie dice que Lagunes Ochoa sea un alma de Dios, pero parece una rara coincidencia. Primero fue el líder de colonos, Miguel Ángel Mariscal, que dicho sea de paso, es señalado por muchas tracaladas en la asignación de lotes en colonias marginales.

Se ha hablado de que también están detrás de otros cuyos nombres no mencionamos para no agravar el inminente asunto.

Lo menos que se dice es que se pretende neutralizar a todos los operadores en colonias a favor del PRI para impedirles actuar y que no obstaculicen el triunfo del candidato del PAN a la alcaldía del puerto de Veracruz.

Ya lo dice la frase: el poder se ejerce, no se comparte...

El mismo excandidato a la gubernatura Héctor Yunes Landa calificó el hecho como “extraña detención de priistas en pleno proceso electoral”, pues no hay que olvidar que Pascual Lagunes es afín al senador y se la jugó con él en la pasada contienda.

Momentos después de la detención el comunicado emitido por el gobierno estatal llama la atención que destaca que “la aplicación de la Ley no puede admitir excepciones”, lo que podría interpretarse que en verdad se aplicara la ley de manera pareja sin protección a los afines.


*************

Hablando de cálculos electorales, todo indica que la ciudad de Veracruz no está definida como pensaban muchos. Y ciertas acciones lo dejan entrever. Una es la maquiavélica detención de líderes no por la cola que puedan tener, sino por lo que representan en términos partidistas.

Otra, la insistencia en pretender que los ciudadanos disocien al candidato priista a la alcaldía jarocha, Fidel Kuri Grajales, del equipo de futbol de su propiedad. Es como pretender disociar al famoso osito del pan dulce de su propietario, quien ya tiene meses de fallecido.

Medio Veracruz sabe que el candidato del PRI-PVEM es dueño de los escualos -usamos el sinónimo para evitar suspicacias- del balompié y no hay argucia legal capaz de modificar las estructuras cerebrales de las personas para borrar ambas imágenes como quien borra una memoria USB. Imposible. Allá la autoridad que lo convalide, pero no podrá entrar en el cerebro del electorado.


************

Y como si no bastara con lo intrincado del proceso electoral para las presidencias municipales, el senador Héctor Yunes Landa ya anda pensando en el otro proceso, el federal del 2018. Pensar no es malo, pero actuar puede llevar a suspicacias. ¿No podría esperar al menos a que pase el 4 de junio?

Además, el otro senador del mismo apellido y partido político sigue esperando que se cumpla el pacto de que uno sería candidato para el 2016 y el otro para el 2018. Todo hace indicar que el peroteño esperará sentado...


***********

Cuentan que los debates que esta organizando el Organismo Público Local Electoral (OPLE) han sido todo un fracaso por el escaso interés de la gente pero principalmente, de los candidatos que no han asistido.

Las razones tienen que ver con que algunos, los que van arriba en las encuestas, no quieren arriesgarse a perder su ventaja en un encuentro que no siempre llega a ser de ideas.

La segunda es que los debates tienen poca difusión debido a la falta de capacidad del OPLE para establecer alianzas con los medios globales de información de Veracruz y solamente terminan siendo transmitidos por internet.