jueves, 16 de mayo del 2024
 
Por Jair Robles
Columna: Lecciones del 2017
Lecciones del 2017
2017-06-12 | 15:24:15
Una de las lecciones que deberán de considerar los integrantes de los partidos políticos en nuestro país, después de analizar los resultados de este año, es que difícilmente se puede ganar una elección solo.

Por mejor candidato que se tenga, mejor estructura o el acceso a la mayor cantidad de recursos, no parece ser suficiente para obtener una victoria en estos días.

El arrastre de López Obrador y el hartazgo hacia el actual gobierno, no fue suficiente para ganarle al PRI en el Estado de México, de manera contundente y clara, que parece ser la única forma de ganar una elección en un país, donde las reglas no se respetan y las autoridades electorales son casi igual que un cero a la izquierda.

Pero si nos basamos en los resultados arrojados por el PREP del Estado de México, el PRI, tampoco hubiera ganado, -ni con la trampas que hizo-, si no se hubiera presentado a la elección en alianza con el Verde, Encuentro Social y el PANAL.

Siguiendo el mismo caso del Estado de México, para el PRD y el PAN, les debió de haber quedado más que claro que por si solos, no tienen posibilidad alguna, ya no digamos de ganar, si no de competir.

Su victoria más clara se dio en Nayarit, donde lograron conformar una alianza junto con el PT y el PRS, que hasta el momento les dio una ventaja de más de diez puntos porcentuales sobre su contendiente más cercano del PRI, PVEM y el PANAL.

En Veracruz, se puede decir que el resultado fue el mismo, la alianza entre el PAN y el PRD que hace un año llevó al actual gobernador Miguel Angel Yunes a la gubernatura, en esta ocasión les permitió ganar la mayoría de las alcaldías en disputa (112) y mantener un porcentaje de votación prácticamente igual.

Estos resultados a simple vista dan la impresión de que el actual gobernador del estado y los partidos de la alianza que lo llevaron al poder, son lo grandes ganadores y que su poder se consolida para el proceso electoral del próximo año. Vaya, hay algunos, que hasta creen que estos resultados dan para que Miguel Ángel Yunes I, contienda por la presidencia. Pero un análisis más serio nos puede llevar a otras conclusiones.

En 1997, Miguel Ángel Yunes acababa de dejar su cargo como secretario de Gobierno con el entonces gobernador priista, Patricio Chirinos. Desde aquel entonces soñaba con ser gobernador de Veracruz y su plan para conseguirlo era tomar las riendas del PRI, para desde ahí formar las alianzas y acuerdos que lo llevarían al palacio de gobierno el siguiente año.

Esa sería su carta de presentación ante el entonces presidente Carlos Salinas, pero algo no cuajó y por primera vez en la historia del estado, el PRI ganaría tan solo 103 alcaldías, poco menos de la mitad.

En aquella ocasión tanto el PAN como el PRD, cuando aún representaban los polos opuestos dentro del espectro político nacional, ganaron 39 y 59 municipios respectivamente.

La capital Xalapa y el sur del estado al igual que ahora, quedaron en manos de un partido de izquierda, mientras que la zona conurbada de Veracruz y Boca del Río así como Córdoba y Orizaba por mencionar a los más relevantes se volvieron panistas.

Tal fue el descalabro del PRI bajo la dirección de Yunes Linares, que sus posibilidades de contender por la gubernatura desaparecieron. Las 110 alcaldías que hoy son una gran victoria para algunos, en aquel entonces fueron consideradas como la peor derrota para el partido en el poder.

Siete años después en las elecciones del 2004, que el PRI “haiga sido como haiga sido”, mantuvo la gubernatura con Fidel Herrera Beltrán, el número de ayuntamientos que ganó en aquel entonces el PAN fue 88, mientras que la coalición entre el PT, PRD y entonces Convergencia se quedaba con 43.

Tres años después el alquimista electoral, mejor conocido como el Tío Fide, se quedaría con 155 alcaldías en la “Alianza por la Fidelidad”, entre el PRI/PVEM y PANAL.
En el 2013, a mitad del sexenio de Javier Duarte, cuando ya comenzaba a cargar con el desprestigio por la inseguridad en el estado, señalamientos por la muerte de varios periodistas y las primeras denuncias de parte de la Auditoría Superior de la Federación por malversación de fondos, el PRI en alianza con el Verde y PANAL, lograron ganar 93 municipios y sus satélites el AVE y Partido Cardenista, otros 19.

De manera que desde un punto de vista histórico,-a partir de que Miguel Angel Yunes dirigiera el PRI en 1997-, el partido en el poder con sus aliados siempre ha logrado obtener cuando menos la mitad o un poco más de los ayuntamientos en el estado.

Pero si en las elecciones que acaban de ocurrir, en lugar de que los demás partidos se presentaran separados en la contienda, ante la alianza conformada por el PAN y PRD, los resultados hubieran sido muy distintos.

Sumando los votos reportados hasta el cierre del PREP, con el 99.99% de las actas capturadas, si se hubiera conformado la misma alianza que se dio en el Estado de México, entre el PRI, PVEM, PANAL y PES, el porcentaje total alcanzado de la votación en Veracruz, habría sido del 31.5% y el número de alcaldías en su poder habría pasado de 66 a 90.

Bajo este escenario la alianza PAN/PRD hubiera obtenido también 90 alcaldías y el 33% de la votación. Prácticamente los mismos resultados que ambas coaliciones obtuvieron el año pasado.

En el caso de MORENA que hace un año también contendió solo, a pesar de las victorias que logró esta vez, en ciudades tan importantes como lo son Xalapa, Coatzacoalcos, Poza Rica y Minatitlán, su porcentaje de votos cayó poco más de diez puntos porcentuales.

Estos resultados, deben de servir para que sean más cuidadosos en la selección de sus candidatos y no permitir que otra Eva Cadena se les cuele, pero también dejar la soberbia y crear alianzas con otros partidos de izquierda.

Siguiendo el mismo supuesto anteriormente presentado, si MORENA en esta ocasión, se hubiera aliado con Movimiento Ciudadano y el PT, su porcentaje de votos se habría mantenido al mismo nivel que hace un año 29% y el número de alcaldías en sus manos hoy sería 53. y no 17.

Bajo este escenario donde las tres principales fuerzas políticas del estado, se presentan en alianza con partidos afines, la mayoría de las alcaldías habría sido para el PRI,PVEM, PANAL,PES (90), seguido por el PAN/PRD (69) y MORENA, MC y PT (53).

Todo dependerá de que lectura le de cada partido a los resultados que se acaban de dar. El que crea que ya la tiene ganada el próximo año, estará cometiendo un grave error.

Para el PRI, será muy co$to$o poder repetir las maniobras que llevaron a cabo en el Estado de México a nivel nacional, sobre todo que ya no controlan la mayoría de los estados.

MORENA, no puede basar su estrategia únicamente en la popularidad de López Obrador, porque sin las aportaciones de recursos y estructura que en estos momentos tienen el PT y sobre todo Movimiento Ciudadano en un estado tan importante como lo va a ser Jalisco, bien podría quedarse nuevamente a punto de la victoria y sin la capacidad de documentar un fraude, como le esta sucediendo en el Estado de México, si no logra cubrir todas las casillas con sus representantes.

Las alternativas del PAN y del PRD, son aliarse si quieren dar competencia, lo que no se sabe es como puedan resolver quién será su candidat@, sin que esto conlleve una ruptura aún mayor al interior de cada partido.

En el caso de Veracruz definir el candidato para gobernador de dicha alianza no parece ser el problema, el riesgo esta en que si los opositores se presentan con sus respectivas coaliciones, las cuentas no les van a dar y Miguel Angel I, difícilmente podrá heredarle el trono a Miguel Angel II o a Fernando I.

Eso sin contar el desgaste que siempre conlleva ser el partido en el poder, en un estado endeudado y que cada vez parece caer más en las manos de la inseguridad.


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