2017-06-27 | 21:18:50

Inagotable desfachatez de Javier Duarte

Javier Duarte de Ochoa no se mostró sumiso, menos arrepentido o vencido, sí nervioso, pero con una aptitud soberbia –que siempre le ha caracterizado- negó las acusaciones en su contra pero sí aceptó su extradición por los delitos que le imputa el gobierno veracruzano que preside Miguel ÁngelYunes Linares, pero ello no significa que ya será trasladado, pues el próximo 04 de julio se celebrará otra audiencia para informarle de la otra solicitud de extradición, la que promovió el Gobierno Federal.
Duarte se mofó de las acusaciones que el gobierno veracruzano le hace en su contra y fue más allá, al calificar a la actual administración de Miguel Ángel Yunes Linares como un gobierno fallido y reprobar que con recursos públicos el actual fiscal general, Jorge Winckler se trasladara hasta aquel país para acusarlo y solicitar su extradición con imputaciones que califico de "irrisorias, infundadas, ligeras, vagas e imprecisas". ¡Qué tal!
Tras aceptar allanarse, es decir ser extraditado, Duarte regresó a su celda, donde pasará su noche número 74 y ahora habrá que esperar al próximo 04 de Julio para que de igual manera refiera si acepta la extradición o no, de aceptarla, por obvias razones, el priista quedaría bajo la jurisdicción del gobierno federal; la solicitud del gobierno veracruzano corresponde al interés de ser participe en este proceso que arrancó a partir de su detención en Panajachel (Guatemala).
Lejos de las inculpaciones que le hace el gobierno federal, la administración de Yunes Linares le acusa de haber desviado 220 millones de pesos de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz y de haber utilizado un helicóptero de la Gobernación el pasado 14 de octubre cuando él ya no presidía el poder ejecutivo de la entidad. Duarte refirió sobre ello, que los 220 millones de pesos fueron únicamente trasladados de una cuenta del Gobierno de Veracruz a otra cuenta bancaria de la misma administración.
Además, el ex gobernador niega haber incurrido en los delitos de incumplimiento de un deber y tráfico de influencias, dado que las acusaciones se refieren a hechos supuestamente cometidos cuando él ya no era gobernador, así es que insistió eran señalamientos de risa, e resumen se burló –según el- de la actuación de la Fiscalía Veracruzana.
Con un semblante y compleción que no reflejan pesadumbre, el ex mandatario veracruzano, tampoco ha abandonado ese carácter de hacerse el “chistosito” con sus muecas y modos, pero sí pareciera estar retando al gobierno de Yunes Linares, pues asegura no hay sustento alguno en lo que le acusan y así una vez más se observa a un hombre que suele ver la vida de manera ligera, indiferente, despreocupado y desfachatado; esas actitudes que tanto agraviaron a los veracruzanos, además de sus abusos, excesos y violaciones a derechos humanos de veracruzanos.
Mientras tanto, Miguel Ángel Yunes Linares continua adjudicándose la detención de Duarte, como sí se tratara de un trofeo, en espera de que ello le reditué políticamente y electoralmente, es decir que sume simpatías para perpetuarse en el poder, heredando a uno de sus hijos la gubernatura y así exclama “me siento muy orgulloso de haber sido quien logró la detención y encarcelamiento de Duarte a partir de las investigaciones y denuncias que hice como ciudadano, desde antes de ser Gobernador”.
Habrá que puntualizarle al gobernador Veracruzano, que sí bien es cierto en su momento presentó denuncias mediáticas, públicas y luego jurisdiccionales, la detención la llevó a cabo el Gobierno Federal quien también lo investigaba y lo perseguía. Por ahora sería congruente que el Gobernador proceda contra los ex duartistas con los que ahora se toma la foto sonriente, porque no se puede adjudicar una aprehensión queriendo sumar simpatías y reunirse o aliarse con los ex colaboradores de Javier Duarte quienes formaron parte del saqueo, del que tanto refiere en sus discursos. ¡así las cosas en nuestra entidad!.