2017-06-29 | 21:11:11

Duarte como testigo protegido

El despliegue noticioso en todos los medios locales y nacionales sobre la audiencia que tuviera el exgobernador Javier Duarte de Ochoa, donde acepta ser extraditado y arremetiera en contra del gobierno fallido de Yunes Linares, tiene su especial trasfondo político que solo obedece al gobierno federal. No se mueve Televisa, Televisión Azteca y los principales órganos noticiosos del país sino existe un especial ordenamiento de la Presidencia de la República.
El cinismo mostrado por Duarte de Ochoa y la seguridad personal que mostró de aceptar que sea juzgado por la justicia federal haciendo a un lado a las autoridades veracruzanas, son los convenencieros arreglos en las altas esferas gubernamentales, así como que sean intocables los miembros de la familia política de su esposa Karime Macías.
Si tuviera alguna preocupación de lo que le espera en la ciudad de México al corrupto funcionario, se hubiera reflejado en el peso corporal y la desfachatez prepotente que otorga la impunidad que da el poder.
La relación de este evento judicial de Duarte de Ochoa con los inminentes destapes de los candidatos a la máxima magistratura del país y el cambio de gobernador en el estado de Veracruz, donde el PRI tiene las cartas marcadas para no perder los comicios del año próximo.
De acuerdo a la versión que se maneja en los pasillos de Los Pinos y del CEN del partido tricolor es dar carpetazo al asunto. Son ofrecimientos a cambio del silencio del exgobernador. En la política a la mexicana, las promesas tienen determinados valores. Lamentablemente la memoria del pueblo veracruzano tiene en su historia los síntomas del Alzheimer y basados en este mal se hace lo que se quiere y lo que consideran más conveniente.
No se trata de una simple coincidencia la fecha del retorno de Duarte de Ochoa a un reclusorio de la ciudad de México con la anticipada euforia electoral del inminente 2018. Donde solo figuran el PRI y Morena como los partidos con mayores posibilidades de triunfo, ya lo dijo el excandidato presidencial Diego Fernández de Ceballos, el frente amplio que planean las dirigencias nacionales del PAN y el PRD, solo tendría opción con un candidato independiente que no pertenezca a ninguno de los dos partidos. De golpe y porrazo quedan descartados los candidatos azules y obviamente los que quedan del Sol azteca.
Con ese realista escenario político es previsible lo que pueda ocurrir en menos de un año en Veracruz, donde ya no figura la alianza PAN-PRD. Tienen más posibilidades sus candidatos azul-amarillos con los partidos Encuentro Social o Nueva Alianza.

Tienen que abrir todas las casillas

La diferencia en la votación entre el PRI y Morena en el Estado de México es menor al número de votos nulos, esto obliga a las leyes electorales a tener que abrir todas las casillas y al voto por voto, para que exista la trasparencia de ese proceso electoral que ha sido cuestionado.
Sería muy grave para el presidente Peña Nieto que perdiera en su estado natal y que su pariente no pudiera protegerlo como nuevo gobernador mexiquense.