2017-07-09 | 21:46:23

Entre escándalos y descalificaciones a la ligera sobre actual sistema de justicia penal

Entre un supuesto audio de Javier Duarte de Ochoa y el hoy diputado federal Tarek Abdalá Saad donde se refieren al destino de recursos públicos con fines políticos y la polémica por la operatividad y funcionalidad del nuevo sistema de justicia penal, trascurrió el fin de semana, además del tema de la inseguridad que mantiene preocupado a los veracruzanos pues cada día son más los hechos de violencia en lugares públicos.
Ayer precisamente el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, abordó –como era de esperarse- el tema de la aparente conversación entre el hoy ex Gobernador y ex Tesorero, donde se referían al envío de mil millones de pesos al Comité Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y donde también sale a relucir el ex Contralor, Iván López Fernández a quien se referían como beneficiario con la renta de varios de sus inmuebles, utilizados como bodegas.
Lo cierto es que éste tema, no aporta más que escándalo, pues lejos de que dicha conversación sea fidedigna, no constituye prueba alguna en un procedimiento, pues se trataría de un audio obtenido de manera ilícita, pues proviene de una intervención telefónica –acto fuera de la ley- a reserva de que la intromisión para grabar la comunicación fuera por solicitud expresa de un juez, lo cual no ocurrió.
Audios más, audios menos, los veracruzanos saben que el gobierno encabezado por Javier Duarte no tuvo recató, por ello ha sido calificado como el peor en la historia de Veracruz; mientras tanto “los políticos” se entretendrán un rato más, con éste tema, que es única y exclusivamente mediático. YunesMarquezurgió al Congreso de la Unión -derivado de ésta comunicación- que se apruebe el desafuero de Tarek, quien ha sido protegido por los propios legisladores.
Aquí valdría la pena que el hijo del Gobernador, tan indignado con el audio escándalo, también exija al fiscal la solicitud de desafuero de personajes como Alberto Silva Ramos, Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo y otros que parecieran estar siendo protegidos por la actual administración y es que, es aquí donde le está faltando congruencia a la actual administración. Cambiando un poco de tema, precisamente ayer el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se refirió de manera aventurada al nuevo sistema de justicia penal, asegurando que éste no está funcionando y que urgen reformas.
De igual manera lo han hecho otros políticos, afirmando que no funciona y los casos extremos que hablan de un retroceso, es decir, regresar al viejo sistema de justicia. Es más que evidente que lo que está fallando, es la falta de capacitación a fiscales, jueces, abogados particulares y defensores de oficio, policías y así sucesivamente a todos y cada uno de quienes forman parte de las distintas áreas de investigar, procurar e impartir justicia.
Dicen a modo de justificar el repruebo a las reformas en materia de derechos humanos y sistema penal, que los delincuentes están saliendo libres ¿y antes no?, pero sí actualmente esto ocurre es por el desconocimiento de las diferentes instancias, como es el caso de policías y fiscales, quienes cometen notorios errores, como tortura o demás acciones y así otros hechos como la ineficacia de miembros de la fiscalía, que no recaban el suficiente material probatorio o bien que los peritos cometen el error de integrar mal la cadena de custodia que incluye aspectos importantes como embalaje y preservación de evidencias en el lugar de los hechos.
Así pues, es fácil expresar que tal o cual ley, no funcion0061, pero lo cierto, es que, urge capacitación. Es evidente que en las reformas que trajeron el nuevo sistema de justicia penal existen errores que complican la operatividad, pues como es sabido, los encargados de legislar, no son abogados, muchos de ellos ni título profesional tiene y lejos de que cuenten con asesores, a veces las modificaciones suelen ser un auténtico dolor de cabeza para los ejecutantes del derecho.
Pero no es reformando una y otra vez como se resuelven las cosas, tampoco retrocediendo, sino reconociendo los errores, modificando lo urgente -eso que en la práctica no dio los resultados deseados-y capacitándose, porque mientras existan autoridades ignorantes y pocos abogados litigantes preparados y capacitados, esto será un caos. ¡Así las cosas en nuestra entidad!