2017-07-10 | 09:14:13

Existen poderosas razones del gobierno de Guatemala sobre el justificado temor de que el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, lo desaparezcan o lo maten en aquel país, ante el grave problema que representa su regreso a México y él empiece a hablar y varios personajes de la política mexicana de primer nivel sean exhibidos.

No existe al azar esa posibilidad de que trascienda un audio sobre una remesa de mil millones de pesos en el 2012 cuando estaba en proceso la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y que el líder priista era el mexiquense César Camacho. Actual líder de la bancada del tricolor en la Cámara de Diputados Federales.

Algunos quisieron involucrar al senador Héctor Yunes y a Manlio Fabio Beltrones, pero los años son muy diferentes. Son otras épocas políticas.

Duarte de Ochoa conoce perfectamente las relaciones con el crimen organizado en la entidad por los herederos de su antecesor, ahora diputados federales con fuero, donde están involucrados altos funcionarios del gobierno federal incluidos sus odiados adversarios políticos del PAN.

Lo que ha trascendido sobre la estrecha relación de los hermanos Moreira en el gobierno de Coahuila con los narcotraficantes uno de ellos llegó a ser el líder nacional del partido tricolor.

Máxime ahora que se sabe que se manejan los procesos electorales con recursos del crimen organizado y que no pueden ocultarlo con testigos protegidos de los Zetas en los Estados Unidos.

Cuando Donald Trump empiece por ese lado, entonces si el gobierno de México sería hasta capaz de pagar el muro, con tal de que no se de a conocer a la luz pública lo que ocurre en México en el quehacer político y en el manejo de la justicia por el hablantín del mandatario norteamericano.

Es toda una vergüenza lo dado a conocer en el estado de Veracruz que se repite en otras entidades del país. El dinero público destinado a educación, salud, pensiones de gente adulta, actividades sociales y obras públicas se haya empleado en gastos para sostener al PRI en el poder.

Esto ocurrió en el segundo año de la administración duartista y lo que se habrá hecho con todos esos desvíos por decenas de miles de millones de pesos de lo que está acusado durante los seis años de su administración.

La sonrisa y la seguridad mostrada por el exgobernador tienen otro significado muy diferente al simple cinismo del servidor público.


Los nuevos tiempos


Se recuerdan aquellos tiempos en que los periódicos en sus campañas de suscripciones rifaban residencias y autos último modelo.

Eran premios de valían la pena y realmente nunca se pensó que el prestigiado Diario de Xalapa, de gran tradición en la entidad veracruzana, llegara al extremo de otorgar como promoción especial al lector que se suscriba “Dos ricos lecheros o una exquisita torta de pierna.

De aquellas fotos de casas en fraccionamientos de lujo y de automóviles, a las nuevas gráficas de dos vasos de leche o una torta.

Como cambiaron los tiempos. Como dijera el entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes: “Pero que es esto”.