2017-07-17 | 21:25:14

Duarte: de héroe a villano

Javier Duarte, comienza a reflejar en su rostro el miedo de estar algunos años en la cárcel de su país, por lo que ni se trata de un triunfal regreso.

Otrora poderoso gobernador, hoy convertido en quien vive la peor tragedia de su vida, víctima de un sistema agónico y pernicioso que sabe sacar provecho de a quien se le intento ver como alguien que no estaba en sus cabales y por lo mismo, todos abusaron de esa condición.

Se beneficiaron con su cargo de dos sexenios con un crecimiento maratónico, sus familiares consanguíneos, directos, cercanos y políticos. Sus compañeros de partido, amigos, seguidores y todo tipo de aplaudidores y quienes los vieron simplemente como el operador de los recursos públicos de todo un estado que fueron desviados a situaciones insospechadas con los perjuicios ya conocidos de gravedad para toda una entidad.

Desde su primer discurso, anticipaba una doble moral, un personaje que se le trató de dar la figura de un simple custodio de la gubernatura.

Con personajes que le sembraron a su lado, verdaderos leones, que como fieras disfrutaron de estar disfrutando los grandes beneficios económicos de un estado rico en recursos y que pronto llevarían a la quiebra. Carlos Brito, José Murat, Enrique Jackson, Manlio Fabio Beltrones, Fidel Herrera y muchas más que al final hasta negaron su amistad.

Duarte, nunca vio la dimensión de su situación y problemática, cuando se dio la derrota de su partido en la elección por la gubernatura.

Se trató de una lucha férrea en donde los recursos públicos no fueron suficientes para garantizar una victoria a sus seguidores de su partido o desde la oposición beneficiada y alimentada de Morena.

En política nada es el azar y los pasos burdos de quien no pudo superar al maestro y lo más que pudo lograr fue una mala copia.

En el mar de los grandes beneficios económicos para los incondicionales y efímeros funcionarios en la Sefiplan y en diversas dependencias en donde la gran mayoría de millonarios a súper millonarios. De ricos convertido a muy ricos.

Los políticos y políticas de hechura burda y de componendas, dieron al traste con quien trató a como dé lugar ganar una elección para darle a su partido más años de poder totalitario, pero ya todo fue en vano, el voto de castigo hizo su trabajo y nada pudo evitar la caída de más de 80 años del partido que se había convertido en la reserva electoral de las elecciones presidenciales.

Comenzó la debacle y ahora muchos no quieren dar cuenta que el reflejo de los gobiernos abusadores y abusivos del presupuesto en las administraciones estatales ahora tienen la alternancia, gracias al voto ciudadano.

Javier Duarte, vive el peor huracán de su vida, sólo ante el mundo como debió entenderlo siempre. Ahora ante el abandono de sus seguidores y cofrades, tendrá que esperar sentencia de los años que se traten. La cárcel ha sido desde siempre el peor o el mejor lugar para la reflexión en donde la introspección es parte de un ejercicio diario, en donde también el ser humano debe aprender a sobreponerse a la tragedia para hacer de la crisis una fortaleza. Y de la realidad un sueño que se convierte en pesadilla que a nadie se le puede desear el vivir por tiempo indefinido en el infierno.

Ahora detractores y enemigos, ex amigos y seguidores hasta le desean cadena perpetua o muchos años en prisión, ante el mal perpetrado por quien vivió en su burbuja alentado para ser utilizado y llevarlo a vivir la peor tragedia nunca deseada a nadie.

Igual a la dimensión del mal realizado a quienes abusaron del poder a sus costillas y él no quiso vero o escuchar, con su risa burlona que no puede evocar o fingir.

El primer paso de su administración inolvidable desaparecer 16 organismos públicos para luego mandarlos a operar de nuevo hasta por decreto.

Saqueo al campo, educación, infraestructura urbana, salud y seguridad, son rubros que nunca más podrán volver a la normalidad.

El único camino de salida de los miles de afectados por la administración duartista, ha sido el de la creatividad, el trabajo con horas extras y la convicción de que es mejor vivir en la pobreza que en una ostentación vana, aunque se diga que se merece la abundancia como un mantra de mara, que se les convirtió todo en tragedia al final con un maleficio.

Con Duarte, se perdió el rumbo por la insana mentalidad de robar los recursos públicos con una ambición insospechada, y nunca antes vista en toda la historia de la humanidad. Así las cosas.