2017-07-18 | 21:34:21

Los secretos de Gina y el Cisne

Hasta ahora fue que decidieron actuar en contra del diputado federal Alberto Silva Ramos, expresidente municipal y coordinador de Comunicación Social del gobierno de Javier Duarte, en cambio su compañera de las mismas labores, María Georgina Domínguez Colio tiene varios meses guardada en prisión por los mismos delitos de lo que acusan al exalcalde de Tuxpan.
La denuncia más fuerte en contra de ellos es el particular e interesado manejo de los recursos públicos a los medios de comunicación. En el caso de la primera, los canalizaba a negocios donde tenía intereses personales y en el caso del ex presidente del PRI por la creación de empresas fantasmas.
¿Qué pasaría si se decidieran hablar y se conociera la realidad de estos hechos? Periódicos que hasta les pagaban la nómina y el papel.
De que movieron mucho dinero no existe la menor duda. Si realmente lo guardaron en sus bolsillos, o a dónde fue a parar, a quiénes se destinó ese millonario recurso que le pertenece al pueblo de Veracruz.
Tampoco existe la menor duda que el gobernante Duarte de Ochoa que había dirigido la Secretaría de Finanzas durante varios años con Fidel Herrera conoce perfectamente donde quedó ese dinero público.
¿Alberto Silva y Georgina Domínguez son cómplices o encubridores?
Que salpicaban a periodistas, les pagaban sus especiales placeres, solo ellos lo saben. Deben tener una larga lista de las plumas veracruzanas y nacionales que se venden. Los negocios que se escondieron bajo el disfraz de que eran órganos de comunicación manejados por verdaderos periodistas o simples negociantes de lo que se publica. De estos órganos informativos dirigidos por profesionales y con grados universitarios se pueden contar con los dedos de una mano y creo que sobran varias falanges.
Con estos de las redes sociales y medios virtuales que sin realizar ninguna inversión han surgido comunicólogos “patito”, reporteros amateurs de recámara, que se creen poseedores de su única verdad que es la suya y aprovechan para despotricar o inventar noticias o simplemente copiar lo que parecen en diversos periódicos del país, algunos hasta se creen expertos en ciencias políticas o maestros en administración pública, sin haber pisado ninguna aula de algún centro de estudios superiores, son simple y llanamente los chismosos del pueblo, que la tecnología moderna les dio la oportunidad de difundir sus interesadas ideas.

La paja en el ojo ajeno

Cuando existe una campaña política contra un funcionario indudablemente que hay detrás de esa maniobra algún sucio interés que se esconde bajo las líneas de una simple información. Tiene semanas que los noticieros de Televisa realizan reportajes y hasta llevan una estadística sobre los días de la rebelión de los venezolanos en contra de su presidente Nicolás Maduro.
El propio secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, también critica la situación del país latinoamericano. Hasta han exigido al líder nacional, Andrés López Obrador que se deslinde. ¿Deslindarse de qué?
¿Qué tenemos que ver los mexicanos con las protestas en contra del sucesor de Hugo Chávez? Con qué calidad moral podemos criticar a otro país cuando la situación de México está peor.