2017-07-26 | 21:25:57

Tener caradura para acusar

Se necesita una desfachatez y un gran cinismo de los funcionarios priistas y panistas cuando acusan a Javier Duarte de gastar dinero en su amante, cuando es del dominio público los derroches a las queridas y los sobornos como la Casa Blanca y los hijos por fuera de los funcionarios estatales en Veracruz.
Pecan los políticos mexicanos de puritanos hipócritas cuando existen testimonios de todo tipo de los gastos con sus queridas(os) que realizan con los recursos públicos que no les pertenecen y que afectan seriamente el bienestar del pueblo mexicano.
Lo extraño del exgobernador veracruzano es que anduviera con alguien que pertenece a otro partido político ajeno al que le dio indebidamente por su incapacidad mental y administrativa la gubernatura. No se vio agarrado con dinero ajeno al dar camioneta Land Rover y un departamento en Santa Fe.
Su excusa partidista es que quería conocer muy a fondo al enemigo político.

Un nuevo escándalo en Veracruz

En la Secretaría de Hacienda se realiza una investigación muy delicada sobre lavado de dinero donde figura un importante político municipal y a la vez destacado y exitoso empresario de la ciudad de Orizaba.
Por los reportes que tienen en esa dependencia federal, se manejaron decenas de millones de pesos y donde también se implica a un hombre de negocios de la ciudad de Coatzacoalcos. El escándalo fiscal va a sacudir las esferas sociales de la entidad por las estrechas relaciones que tienen con gobiernos estatales tanto del PRI como con el PAN.

El castigo a Duarte es diferente

Lo importante para la gran mayoría de los sectores sociales y económicos de la entidad veracruzana no es el castigo de cuántos años de cárcel le impongan al exgobernador Javier Duarte de Ochoa. Sino el retorno del dinero público robado para recuperar la economía local y con ello terminar la inseguridad por falta de empleo y que las empresas no sigan cerrando desde turísticas, comercios, transportes, laboratorios, farmacias etc, etc.
A nadie le importa el tiempo que pasará un funcionario pagando su castigo en un reclusorio, lo interesante es recuperar las fuentes de trabajo que se han perdido y que han afectado seriamente a la ciudadanía veracruzana. Médicos, abogados, contadores, ingenieros, arquitectos, no le interesa a nadie lo que le pase a la familia política del funcionario encarcelado o los miembros del gabinete duartista que crearon empresas fantasmas o el desafuero de los diputados federales o locales que están involucrados en este caos financiero, sino lo importante es que les sean incautados los bienes mal adquiridos y las inversiones financieras que realizaron con estos recursos.
Las cosas personales en contra de los implicados y lo que vayan a padecer por estar encerrados en una celda pasa a último término si se logra que haya tranquilidad y progreso en las familias de los veracruzanos.
A los empresarios veracruzanos, lo único que les importa es que les paguen los adeudos registrados. Que detengan a la esposa Karime o al suegro incómodo, en nada los beneficia ni los perjudica. Es otra visión muy diferente al odio de afectados mentales.