2017-09-19 | 09:37:00

A sangre fría fue violada y asesinada Mara Fernanda Castilla Miranda. A sangre fría tirada en una comunidad de Puebla y a sangre fría, su verdugo se presentó a declarar voluntariamente ante las autoridades.

Impunidad: esa es la canción del verdugo. En un país donde pasa mucho y para los responsables de eso no pasa nada, la tentación de cometer un crimen sin temor a los rastros que se dejan en el camino, es una señal inequívoca de un abierto desprecio por la impartición de justicia.

Pagamos ahora los daños que ocasiona la sierpe que dejamos crecer al paso de los años. Impunidad es el nombre que endulza los oídos de los criminales en Mexico, sean psicópatas, vulgares asesinos o ladrones de cuello blanco y cargo público.

Un Estado que no ofrece la garantía mínima de seguridad a su población es un Estado fallido y en esas andamos.

Mara y su asesinato es, desafortunadamente, un caso de muchos que diariamente se cometen en este país donde los feminicidios comienzan en Ciudad Juárez con sus muertas y terminan en los linderos de Chiapas.

Ricardo Alexis Díaz, el chofer de Cabify, es la excepción. Pagará por su crimen y dado lo mediatizado del caso, posiblemente llegue a los 80 años de condena si lo encuentran culpable, sentencia que no devolverá a la vida a la estudiante xalapeña.

Así que no nos queda más que el duelo. Compartir la pena de otros para mitigar el dolor, para ser partícipes, para no sentirnos indiferentes.

Contradigo las declaraciones recurrentes: Mara no es la gota que derramó el vaso, es el vaso derramado que seguirá chorreando en un lugar del mundo donde ser mujer equivale a ejercer uno de los oficios más peligrosos del planeta.

Días antes de morir, la joven colocó un tweet en su cuenta personal aludiendo al riesgo que conlleva salir a divertirse en este país.

#SiMeMatan 'es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza' escribió Mara, utilizando el HT de esa campaña contra los feminicidios... ¿profético? No; simplemente cortejó a la muerte en este país, donde se hace realidad la pesadilla por ser mujer y atreverse a hacer lo que les gusta.


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