2017-10-05 | 09:21:33

Pues a pesar de tener dividido al PAN, la decisión está tomada y el Frente Ciudadano por México llevará como candidato presidencial a Ricardo Anaya, el joven maravilla que ganara las elecciones del año pasado.

Su poder de convencimiento para que tanto el PRD como Movimiento Ciudadano lo aceptaran y para ello utilizó al excandidato presidencial, Diego Fernández de Cevallos, como el instrumento para persuadir a sus líderes nacionales que sería la mejor opción para vencer al PRI y Morena en los próximos comicios del 2018.

Como abogado Fernández de Cevallos tiene sus habilidades para engatusar y catequizar a los políticos más rebeldes, es el panista que tiene un mayor número de amigos del viejo PRI, quienes siguen manejando el poder.

Son varios gobernadores quienes le deben el puesto al queretano millonario y una buena parte de los designados legisladores federales de Acción Nacional.

Desde un principio se supo que él sería el candidato y el gobierno federal utilizó al periódico El Universal para denunciarlo como un funcionario corrupto. Tenía sus razones familiares para no asistir al debate que lo convocó Televisa y Ochoa Reza del PRI. Margarita Zavala y Moreno Valle también estaban enterados del plan por eso su oposición.


Actúan distinto los diputados de MC


A diferencia de lo que ocurre en Veracruz donde el gobierno estatal compra a los diputados para engrosar sus filas en la Cámara de Diputados Federales, el partido Morena que iniciara con 38 legisladores ahora suma 48 provenientes de otros partidos identificados con la izquierda progresista.

Lo triste es el papel que asumen los diputados de Movimiento Ciudadano, quienes se identifican con Morena y están dispuestos apoyar las iniciativas, pero en cuanto llega Marko Cortés, coordinador de los panistas, les ordena como deben emitir su voto, lo más seguro que no lo sepa su líder, Dante Delgado.


La disyuntiva de Dante Delgado


Le resulta difícil para el exgobernador Dante Delgado Rannauro, líder nacional de Movimiento Ciudadano, dialogar con Ricardo Anaya de la extrema derecha dirigente del PAN y Alejandra Barrales del PRD, tomando en cuenta la carrera política y la experiencia partidista del veracruzano con los incipientes compañeros eventuales en la creación del frente electoral inventado para enfrentar a López Obrador en los comicios del 2018.

Si bien es cierto, MC es el que con menos militantes cuenta y tiene que reconocer que está en el tercer lugar en este trío. Su estrategia es la de asegurar la gubernatura de Jalisco, como la primera entidad bajo el control de su partido y la Secretaría de Gobernación, para sus aspiraciones futuras.

Veracruz desde hace tiempo no figura dentro de sus planes y va a dejar que sus militantes, quienes están molestos por estar en este grupo tan ajeno en donde no existen ninguna afinidad ni coincidencia con ideales y principios, pudiera desaparecer su registro estatal.

De lo que no se puede quejar el exgobernador de Veracruz es encontrar su perdido renacimiento en los medios nacionales. El programa matutino de Loret de Mola, le dio los reflectores publicitarios que añora todo político.