2018-01-11 | 09:28:26

Nada fácil. Los precandidatos a la presidencia de la República y al gobierno del estado de Veracruz, iniciaron sus precampañas en medio del hartazgo de un pueblo que ya no cree en los discursos donde se promete todo, y no se cumple nada.
Un pueblo cansado de aceptar la mentira disfrazada de verdad; hoy prefiere la verdad desnuda.
Los partidos políticos tienen que ir a fondo, con todo, para convencer a unos electores que claman seguridad, empleo, economía sana, entre otras prioridades.
Veracruz, a pesar de los graves problemas que enfrenta, sigue siendo la cereza del pastel político mexicano.
Es un estado determinante para ganar la elección presidencial.
Son más de 5.5 millones de electores considerados entre las cinco potencias con más sufragios en el país.
Más del 40 por ciento de los votantes nacionales se encuentran distribuidos en el Estado de México, CDMX, Veracruz, Jalisco y Puebla.
Por eso los aspirantes iniciaron aquí sus precampañas con el afán de lograr los adeptos que tanto añoran.
José Antonio Meade recorrió los viejos y conocidos caminos del solar veracruzano que desde hace años transita gracias a la amistad que conserva con la familia Yunes Zorrilla.
Siempre acompañado de su amigo Pepe Yunes, quién desde la etapa estudiantil le infundió el amor por nuestro terruño, invitándolo en repetidas ocasiones a su casa en Perote.
Y Pepe Toño, agradecido, hizo un reconocimiento a José Yunes Suárez (padre), quien fue el primero en abrirle las puertas de su hogar y enseñarle que en su morada la disciplina, la palabra y la honradez se cumplen a cabalidad.
Por su parte, Ricardo Anaya, en una actitud arrogante e irresponsable, afirmó que haber sido dos veces alcalde de Boca del Río, es más que suficiente para que Miguel Ángel Yunes Márquez tenga los méritos suficientes para aspirar a la gubernatura.
¡Qué cinismo!
“El Chico Maravilla” solo arremete en contra del PRI corrupto. Su propuesta es la desvergüenza.
En tanto, Andrés Manuel López Obrador visita por enésima vez la entidad haciendo abierta campaña en su tercer intento por conquistar la presidencia.
Los presidenciables volverán de nuevo al terruño y lo harán cuantas veces sea posible.
Las primeras frases proselitistas de campaña nos muestran que la situación de la entidad es desgarradora, desastrosa.
El priista Pepe Yunes fue directo al describir, sin maquillaje, una realidad que lacera y lastima a diario a los ciudadanos.
“En Veracruz se sobrevive a una constante violencia e inseguridad que triste y llanamente nos rebasa, que confunde a los delincuentes con la gente inocente, y que hoy se criminaliza”, expresó.
Y agrega: “se sobrevive también a una crisis económica, a una recesión de 2017 que ha derivado en desempleo y pobreza”.
Pepe Yunes, quien conoce de cerca la grave situación que viven los veracruzanos, los exhortó a no dejarse engañar por promesas falsas.
“Que no nos vendan espejos y que tampoco nos regalen despensas. Con estabilidad económica y con crecimiento generaremos inclusión, prosperidad y desarrollo; eso ya la demostró Pepe Meade” insistió el senador con licencia.
Por su parte, el hijo del gobernador, Miguel Ángel Yunes Márquez candidato del PAN-PRD-MC, reconoció que no existe el cambio prometido por su padre.
Llamó “ingenuos” a los veracruzanos que votaron por el panista, creyendo que en 6 meses habría seguridad y se resolvería el gravísimo problema financiero.
Por su parte, Cuitláhuac García se quedó “mudo” como es su costumbre y dejó que su jefe de campaña y candidato presidencial, López Obrador hablara por él.
El Peje aseguró, sin decir cómo, que se acabará con la corrupción, mediante una revolución pacífica para erradicar con el bandidaje oficial. Y remató: Yunes Linares y Duarte, son lo mismo.
Así, todos los precandidatos coincidieron en afirmar que las cosas están muy mal en Veracruz y que fue ingenuo creer en el cambio prometido.
Esto fue sólo el arranque de las precampañas; con el paso de los días y el inicio de la verdadera etapa proselitista, se dirán verdades desnudas que exhibirán a más de uno.
Los votantes ya saben quién de los tres aspirantes sabe cómo resolver la problemática del estado, sin falsas promesas, sin cinismo y sin diatribas.
Más adelante regresarán los presidenciables pues a pesar de los graves problemas, Veracruz es un cofre lleno de votos.
La cereza del pastel.
Solo hay que sobrevivir a la violencia, a la inseguridad y a la terrible situación económica, como lo puntualizó Pepe Yunes.
Nada fácil, pero los veracruzanos somos sobrevivientes de mil batallas que no queremos ver en el poder a políticos arrogantes e improvisados.