2018-01-18 | 10:20:02

Las fiestas carnestolendas se adelantaron para los políticos.

Los aspirantes para suceder al efímero Rey Momo -acuerpado aun por sus comparsas, bufones y demás corte real-, recorren la entidad en busca del voto de sus correligionarios.

El Carnaval electoral está en plena efervescencia.

Los papaquis se ven en el norte, centro y sur de la entidad.

Y para ponerle sabor a las fiestas de la carne, recorre el solar jarocho “un loco” presidenciable, un remolino de tiempo completo, que a su paso levanta tempestades y sacude a los más “picudos”.

El Rey Momo -que busca heredar el cargo a su primogénito-, ha utilizado la presencia de este “vividor” para desviar la atención de la terrible situación de inseguridad que no ha podido controlar.

Lo persigue en busca de un debate que nunca se dará, porque el aspirante a la Silla del Águila, afirma que no está a su altura y “no quiero perder mi carterita” (en pocas palabras le dice ladrón).

El Soberano en turno lo tilda de “loco”, “vividor” y todo lo que se le ocurre, en respuesta a los señalamientos del dueño de MORENA quien puntualiza que el actual mandatario salió peor que Duarte… Y eso sí calienta.

Además, lo llama nepotista y que “merece la abundancia”, aquella frase plasmada en un libro de oro por la inefable Karime Macías.

Mientras, la inseguridad se pasea orondamente e irrumpe las puertas de los xalapeños que, estupefactos, atestiguan una verdadera carnicería, como la que se vive en el norte y sur del Estado.

Xalapa, tiene otro rostro: el de la violencia. Tanto así que se recomienda que a partir de las 11 de la noche las familias no salgan a las calles ni a las plazas públicas, para evitar agresiones innecesarias.

Pero esa violencia, que no se da entre “personas de bien”, no impide que el Carnaval Electoral siga adelante, tumbando caña.

En total son tres aspirantes que buscan convertirse en el nuevo Rey y una que sería Reina, pero con nulas posibilidades de coronarse.

Esta “Reinis” del PANAL, Miriam Judith González Sheridan, es una saltimbanqui al servicio del mejor postor.

En las Cortes Reales, ya tienen definido a sus candidatos a Rey y en algunas hasta a sus príncipes al Senado.

Pero aún falta repartir otros títulos nobiliarios.

Y es que además de los que van a la Cámara Alta, también son 20 candidatos a diputados federales (Duques/Duquesas) y 30 a diputados locales (Marqueses/Marquesas).

Así que la rebatinga está en su máxima expresión.

En la Corte Azul, los aspirantes a príncipes ya están definidos al igual que en MORENA.

En donde aún no hay definición es en el Tricolor, pero de un momento a otro se sabrá quienes son los candidatos.

La galopante inseguridad, el desastre financiero y desempleo, laceran a los cortesanos veracruzanos que se sienten traicionados por quien prometió un cambio radical.

El cambio se dio, pero en reversa.

Incluso el mismo primogénito que ansía heredar el Reinado, reconoció que quienes votaron por su padre para Rey Momo fueron ingenuos (les vieron la cara) en pensar que todo iba a transformar como por arte de magia.

Y ese lastre que arrastró el aspirante tricolor en la pasada elección por la gubernatura, en la actual jornada electoral lo carga el pretendiente azul, con el agravante del nepotismo que representa.

Todos sus cargos de elección, una vez Marqués (diputado local) y dos veces Barón (alcalde), han sido a la sombra del Rey Momo.

El otro que está en la imaginaria, es el candidato de la Corte Morena que, como buen bufón, se mueve y se ríe a la orden del amo.

No dice ni hace nada si no se lo ordena “ya saben quién”.





Su único cargo, fuera de los académicos, es de Duque (diputado federal con licencia). Nada más.

Una experiencia limitada.

Todo lo contrario, en la Corte Tricolor. El abanderado es la experiencia en persona.

Empezó como Barón (presidente municipal de Perote), luego fue Marqués (diputado local) y dos veces Duque (legislador federal), hasta llegar a Principado (senador).

Nadie le gana en la práctica como servidor público y en su labor de gestión en favor de sus electores.

De su trabajo son testigos millones de veracruzanos. Un hombre decente, preparado, humilde y con relaciones políticas al más alto nivel.

Así son los personajes de este Carnaval Electoral que culminará el próximo 1 de julio.

Será inédito y habrá sorpresas para definir la ruta por donde debe caminar la entidad veracruzana.

Por lo pronto, hay que quemar el mal humor para mitigar las desgracias que se viven por la violencia y la inseguridad.

Muerto el Rey Momo, Veracruz, podrá recuperar sensiblemente la alegría de su pueblo.