Posterior al primer debate, y faltando más de dos meses de campaña, y aun dos debates para el día de la elección, la ventaja de más de 10 puntos porcentuales que Andrés Manuel López Obrador, candidato de MORENA le saca a Ricardo Anaya propuesto por el PAN-PRD-MC, es muy probable que no sufra ninguna variación. Salvo ocurriendo por un infortunio,AMLO no ganaría la presidencia del país.

La guerra en contra del tabasqueño quedó de manifiesto, donde a pesar del encontrón al final del debate entre los aspirantes del PRI y el PAN, rompiendo su pacto de paz, los cuatro candidatos le arrojaron de todo al puntero.

Es evidente que tanto Meade, como Anaya y Margarita, son políticos que representan al modelo de desarrollo económico que prevalece en el país. Los dueños del capital nacional y foráneo han apuntalado al actual sistema económico, haciendo crecer la pobreza de millones de nacionales.

La economía nacional está ligada principalmente al capital estadunidense, que históricamente no ha dejado que gobiernos de corte popular-nacionalista, implementen un sistema político acorde a sus vocación libertaria y desarrollen su potencial productivo, porque tanto en África, Asia, pero sobre todo en América Latina, se han apropiado de los recursos económicos, financieros,bancarios, petroleros, carreteros, mineros,eléctricos, manufactureros y de la gran industria.

El temor de los dueños o personeros del capital local, de que AMLO llegue a gobernar, es que les sean enajenados, o limitados el usufructo de los bienes que han estado explotando, lo que realmente no tiene substancia. Más bien tienen terror deno manejar más el presupuesto, que les ha permitido medrar con la corrupción e impunidad por más de treinta años.

La estrategia de criminalización de Venezuela, es el mejor ejemplo de que la burda adjetivación mediática es maquinada por las cadenas televisivas estadunidenses, con la penetración y difusión a través de sus satélites en los países interconectados, que hacen creer a millones de personas que sus dichos son ciertos, y que el gobierno sudamericano es delincuente. Pero lo que quiere en el fondo la voraz economía estadunidense, es el petróleo venezolano.

Ante la indefensión informativa de un auditorio mundial,la población acaba creyendo que lo repetido a todas horas en los canales noticiosos, es verdad. Pero también reiterado y apoyado por los gobiernos “bananeros”, aliados y alineados a los intereses geopolíticos del gobierno de EU, que refuerzan la estrategia de comunicación-intervención, evidenciando su colusión y obteniendo así, la más altas prebendas del país norteño.

En la medida que un gobierno popular gana una elección, y empieza a rescatar los bienes nacionales en manos de empresas privadas locales o trasnacionales, que han estado extrayendo y comerciando el producto local congran valor en el mercado mundial, de inmediato, “el criollismo patriotero”,tacha de “comunista o socialista” a los gobiernos soberanos, que con dignidad, optan por recuperar los bienes y el patrimonio nacional, que sus antecesores,alumnos aplicados de las políticas del mercado mundial, supervisados por el FMI y del Banco Mundial, y utilizando la receta del neoliberalismo, desatan una campaña desinformativa descomunal a nivel internacional, para exhibir al recién llegado, como“ incapaz, corrupto, imberbe en su política económicas, y violador de los derechos humanos”.

Todo ello montado en una estructura de comunicación de alcance mundial, con el propósito de crear el escenario de linchamiento al gobierno recién electo.

En este escenario, en caso de ganar Andrés Manuel, no tiene otra disyuntiva que coexistir con el enemigo en casa, porque la globalización impacta la economía nacional, que a su vez esta interconectado con el sistema financiero internacional, y que es capaz de organizar, premeditadamente, una fuga masiva de divisas y capitales, dejando maltrecha y tambaleante la política cambiaria y la economía nacional.

La telaraña es manejada desde los centros financieros internacionales, que con sus representantes autóctonos, han fraguado hasta golpes de estado, en contra de líderes y presidentes legítimamente electos. Los empresarios entreguistas locales, están prestos a seguir siendo malinchistas y capataces, en contra sus coterráneos, como lo demuestra la historia de nuestros pueblos.