Vergonzoso escenario el de ayer en el Congreso del Estado de Veracruz, donde la desesperación panista ha llegado al grado de comprar conciencias y coaccionar para no perder la mayoría y con ella la esperanza de imponer magistrados y fiscal anticorrupción.

Mientras la sesión estaba en su apogeo y el diputado de morena Rogelio Arturo exponía en tribuna, los diputados de Acción Nacional posaban sonrientes a los fotógrafos, ignorando su entorno, como mostrando que la salida sus de compañeros Cinthya Lobato y Sebastián Reyes no les había afectado.

No habían pasado ni 20 minutos de aquel anunció cuando el gris diputado –Sebastián- se retractaba de su renuncia; se dijo que aquel había negociado llevarse a la bolsa 15 millones de pesos tras una conversación con el Gobernador, la otra versión –la más realista y lógica- refería que el legislador había sido amenazado con sacarle algunos trapitos al sol, por lo que de manera inmediata se retractó.

Así, Cinthya mantuvo su postura y el otro simple y sencillamente se doblegó ante una marcada coacción, que de inmediato los hizo rectificar el rumbo, ese camino que impediría que el PAN abandonara su cómoda mayoría, alejándolos de la posibilidad de imponer al Fiscal Anticorrupción y a los 12 magistrados ya enlistados.

Pocos minutos había trascurrido y para suplir los números, la casi invisible diputada Dulce María García López y así quedaron otra vez igual, como si nada hubiera pasado. Nuevamente eran 21 panistas con una mayoría absoluta que además evitaba entregar la Junta de Coordinación Política a Morena.

Sin duda la desesperación de los azules es más que evidente y se observa en las acciones poco discretas que emprenden para evitar su desmantelamiento que les cerraría las posibilidades de perpetuarse a través de 13 magistrados afines y un fiscal anticorrupción.

Lo cierto es que, el descaro es lo de hoy, ya no existe el mínimo de cordura por guardar las apariencias; mientras tanto los priistas parecen estar inclinando su balanza en favor de los diputados de Morena, al considerar que lo prudente y correcto es esperar a que la próxima administración sea quien proponga los magistrados y la próxima legislatura al Fiscal Anticorrupción.

Fue el propio coordinador del grupo legislativo del PRI, Juan Nicolás Callejas Roldán, quien advirtió que ante la falta de consenso lo ideal sería dejar el nombramiento del fiscal anticorrupción a la próxima Legislatura, igualmente para la designación de 12 magistraturas que se encuentran vacantes en el Poder Judicial de la entidad.

Negó que los priistas estuvieran en condiciones de avalar la llegada de Marcos Evén Torres Zamudio, personaje cercano al actual Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz, pues, dijo, lo que le urge a Veracruz, es un personaje imparcial y apartidista. ¡Así las cosas en el Poder Legislativo de Veracruz, donde las imposiciones se le complican al PAN! Nos leemos el lunes queridos amigos.

@magzamu