La gran diferencia de los exgobernadores que buscan la dirigencia nacional del PAN entre Rafael Moreno Valle y Miguel Yunes Linares, es que el primero ganó las elecciones de su estado y el veracruzano las perdió.

Es lo que más cuenta en estos procesos de elecciones internas para la presidencia del CEN de Acción Nacional. Los argumentos en contra de estos exgobernadores es que el congreso estatal tanto de Puebla como el de Veracruz están dominados por legisladores de Morena, por lo que no se descartan que pudieran abrir investigaciones en ambos casos de enriquecimiento ilícito e iniciarles un juicio político.

Para el veracruzano existen los expedientes en la PGR y lo que terminará descubriendo de su administración estatal la Auditoría Superior de la Federación.

El candidato que se vislumbra es Marcelo Torres quien tiene el sello del único que decide que es el ex candidato presidencial Ricardo Anaya quien cuenta también con el respaldo de Santiago Creel.

Para ellos nada cambió

Para varios columnistas lo ocurrido el pasado primero de julio no afectó la imagen y el poder del ejecutivo estatal Miguel Yunes Linares. Su tarea de criticar al gobernador electo Cuitláhuac García es permanente. El mejor indicativo es que en la nómina del gobierno estatal se les cumple.

La cuenta regresiva del final del clan yunista no afecta la habitual sumisión de su trabajo informativo, el cual debiera considerarse libre de prejuicios y autónomo en lo esencial.

A pesar del gran equívoco del gobernante neopanista de pelearse con los medios nacionales y locales, para ellos siempre fueron sus particulares intereses económicos completamente ajenos estas confrontaciones.

El futuro de los exgobernadores

La gran ventaja que existía en el pasado es que los gobernadores que terminaban su gestión se les otorgaba un exilio diplomático, para Dante Delgado Rannauro le dieron la embajada de Italia, para el aspirante a la gubernatura y exprocurador de la República, Ignacio Morales Lechuga le otorgaron en esa misma ocasión la embajada de Francia. A Fernando Gutiérrez Barrios quien no quiso salir del país, le otorgaron una senaduría. Para Fidel Herrera Beltrán le dieron el consulado en Barcelona.

Los exgobernadores veracruzanos tenían una alternativa y la suerte estaba acompañada por las gestiones favorables de sus sucesores.

La historia política la escriben sólo los ganadores.

El caso del futuro exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares puede haber un exilio de otra naturaleza, pero nada que ver con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Buscar en el extranjero como las lejanas islas Fiji, un apartado lugar para vivir y esperar que los gobiernos morenistas cambien y esto será dentro de seis años.

Intentaría dentro de tres años una diputación federal plurinominal sería otra de sus pocas alternativas de ejercer el poder que le quedan. Podría también reconocer que su vida política llegó a su término el próximo primero de diciembre.