Sobre los nombramientos que realiza el gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez se hacen diversas especulaciones sobre las decisiones tomadas por el futuro ejecutivo estatal, se atribuyen en las redes estas importantes designaciones a otras personas quienes por la ubicación de residencia y añejas relaciones de trabajo llegaron a influir.

Sobre la capacidad y el talento para asignar estas serias responsabilidades sería aventurado asegurar que son los funcionarios adecuados e idóneos, sobre todo cuando ninguno ha iniciado sus labores formales y será hasta el primero de diciembre cuando asuman formalmente sus funciones oficiales.

Será pasado el tiempo que demuestren si el médico Roberto Ramos Alor, Erick Cisneros, Xóchitl Arbesú Lagos y Ernesto Pérez Astorga, nombrados hasta la fecha, fueron las personas apropiadas para acompañar al gobernador en su gabinete.

El tiempo es el mejor juez y los resultados serán sus mejores avales, muy ajenos a los padrinos o madrinas políticas que sugirieron estos cargos.

Lo único preocupante es lo que ha pasado en el sur de Veracruz, considerado el corazón y cerebro de Morena, con los recomendados diputados que traicionaron los principios e ideales de Morena, como son los casos de Eva Cadena, Sebastián Reyes y Judith González.

Siempre que se realicen cambios de funcionarios serán cuestionados estos nombramientos, en la mayoría de los casos porque existen otros intereses de diferentes naturalezas, desde el poder político hasta el económico.

No se esperó AMLO

La gran diferencia con otros funcionarios electos es la intensa actividad que desarrolla el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien no se esperó a tomar posesión sino que se ha puesto a trabajar de manera intensa haciendo realidad sus proyectos de campaña como el tren Maya, las reformas para producir más petróleo e intensificando sus relaciones exteriores para abrir mercados.

Algunos secretarios designados no esperaron el primero de diciembre para hacer realidad lo que se había programado con el nuevo gobierno.

El trabajo del servidor público se realiza todo el tiempo, no se espera a que le den un escritorio o una oficina para desarrollar sus labores, tampoco está sujeto al pago de una quincena para iniciar sus trabajo. La idea es de cambiar la imagen del burócrata cansado de no hacer nada.

Va de nuez

Por razones muy ajenas a la voluntad de este reportero, esta colaboración dejará de salir unos días para cumplir unos compromisos fuera del lugar donde laboro. Agradezco la comprensión de mis tres y medio de lectores que me dispensaron esta obligada ausencia.

Es obvio decirles que me serán descontados de mi salario mínimo y que tendré que pagarlos con tiempos extras a pesar de haber sido sancionado con estas injustas deducciones de mis raquíticos ingresos. Espero que la próxima semana me permitan que regrese al rincón que me tienen asignado.